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Spainsf analiza cómo las finanzas pueden impulsar la transición hacia una economía neutra en carbono

La inversión sostenible, la gran aliada para acelerar la transición energética

12/12/2019 La primera semana de la Cumbre del Clima (COP25) ha trasladado un mensaje de movilización global para acelerar la ambición climática de los países y que se comprometan a reducir en mayor medida sus emisiones de cara a los objetivos marcados para 2030 y con vistas a alcanzar la neutralidad en 2050. Para analizar de qué manera la inversión sostenible puede acelerar la transición hacia una economía descarbonizada, Spainsif, el Foro Español de Inversión Sostenible, ha liderado el encuentro “La inversión sostenible como palanca para la contribución climática”, que se ha celebrado en la Zona Verde de la COP25.

El evento ha reunido a los cinco grupos que están representados en la Comisión Ejecutiva de Spainsif: entidades financieras y aseguradoras, gestoras de activos e intermediarios financieros, proveedores de servicios y centros académicos, asociaciones sin ánimo de lucro y fundaciones, y los sindicatos mayoritarios. Todos ellos han coincidido en señalar la oportunidad que tiene la inversión sostenible para crecer, tanto en España como a nivel internacional, y contribuir al cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París para evitar que el incremento de temperatura supere el 1,5ºC en 2100.

En el debate, moderado por Joaquín Garralda, presidente de Spainsif, han participado Fernando Gómez-Bezares, catedrático de Finanzas de Deusto Business School; Teresa Casla, consejera delegada de Fonditel; María José Gálvez, directora de Sostenibilidad en Bankia; Manuel Álvarez, secretario general de Ocopen, y Andrés Herrero, de Previsión Social en UGT, todos ellos, representantes de las 5 vicepresidencias de Spainsif. Garralda ha asegurado que “se está produciendo una mayor demanda de productos según criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno) que van a acelerar la transición hacia una economía descarbonizada”.

El Institute of International Finance (IIF) estima que al final del año se habrán destinado 350.000 millones de dólares en bonos y préstamos corporativos sostenibles en todo el mundo, lo que supondrá un 30% más que en el año anterior. María José Gálvez, directora de Sostenibilidad de Bankia, ha destacado que “las entidades bancarias juegan un papel fundamental a la hora de movilizar la inversión sostenible, tanto como actores sociales como canalizadores del capital y de las inversiones. El Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea es un ejemplo y va a impulsar la ISR tanto en España como a nivel europeo”. Gálvez ha considerado que las inversiones con criterios ASG dejarán de ser estrategias minoritarias para ser estrategias normalizadas, incorporadas en el día a día de cualquier inversor que piense en el largo plazo y en el impacto de su inversión.

Por su parte, Teresa Casla, consejera delegada de Fonditel, ha recordado que “los fondos de pensiones son uno de los principales canalizadores de la inversión privada a largo plazo en el mundo. La transición hacia una economía baja en carbono movilizará capital e inversión pública y privada. Todo ello tendrá éxito mediante la colaboración con empresas, responsables políticos, reguladores y otros inversores.” Fonditel es consciente de que el proceso de inversión tradicional se está redefiniendo como respuesta a los nuevos retos en materia de sostenibilidad. “La adaptación a nuevos marcos regulatorios y la gobernanza de las inversiones tendrán un efecto directo también en la sociedad en su conjunto, al transitrar hacia una economía sostenible y baja en carbono”.

“En Europa, la Previsión Social Complementaria está llamada a desempeñar un papel clave en la financiación de la Agenda 2030 para un crecimiento sostenible, financiado a través del ahorro para la jubilación e implementado a través del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles. Mientras tanto, en España es necesario y urgente fomentar la Previsión Social Complementaria para fortalecer las pensiones y, a la vez, ayudar al crecimiento económico sostenible” ha afirmado Manuel Álvarez, secretario general de Ocopen, quien también mencionó la necesidad de regulación que apoye la transición hacia una economía sostenible desde el sistema financiero.

Para Andrés Herrero, de Previsión Social de la UGT, existe la necesidad de que la transición hacia una economía descarbonizada sea inclusiva y tenga en cuenta el respeto a los derechos sociales, junto a los criterios ambientales y de buen gobierno: “Habrá sectores y regiones, especialmente los que dependen de industrias intensivas en carbono, que pueden verse más negativamente afectados que otros. Por eso, es necesario anticiparse a estas tendencias y a su impacto en los trabajadores y las trabajadoras. De ahí que toda esta transformación deba hacerse bajo el paraguas de una Transición Justa que asegure que no se deja a nadie atrás y que esté basada en el diálogo social como herramienta principal”. Herrero confía en que la inversión sostenible adopte criterios que impulsen la valoración positiva de los emisores que impulsen estos acuerdos y que el desarrollo de la política climática vaya acompañada de mayor igualdad, justicia y solidaridad.

Fernando Gómez-Bezares, catedrático de Finanzas de Deusto Business School, ha asegurado que no tiene ninguna duda de que la inversión sostenible va a seguir creciendo en el futuro las porque “las empresas sostenibles van a ser más atractivas financieramente, pero además hay un clamor social por la sostenibilidad, especialmente respecto al cambio climático, que acabará castigando a los no sostenibles”. Gómez-Bezares considera que es necesario que cada sector ahonde en la inversión sostenible, aunque cada uno tendrá un foco específico: la industria intensiva apostando por energía limpia y el sector financiero, por las inversiones verdes.

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