Por este motivo todas las raciones que no se sirven en el hotel Alimara se enfrían, se envasan al vacío y se congelan para que la ONG Nutrición sin fronteras pueda repartirlas entre las asociaciones beneficiarias.
En declaraciones a La Sexta, Xavier LLaviá, jefe de cocina del hotel Alimara, ha explicado que "algo que está cocinado, que le pones el amor para hacerlo bien pues que acabe en la basura pues es una lástima y si encima en vez de tirarlo podemos ayudar a la gente que no necesita pues nos motiva aún más".
En un año, el proyecto "Barcelona comparte la comida" ha logrado repartir 17.000 kilos de alimentos entre 5.000 personas en situación de vulnerabilidad.