La noticia se enmarca en la campaña que la cadena de distribución puso en marcha el pasado cinco de junio de inspección de los edificios que albergan a sus proveedores en el país asiático. Gracias a estas auditorías de seguridad se detectaron irregularidades en dicha empresa, según informa la empresa en un comunicado.
Según la información recogida por Servimedia, en un primer momento Primark informó a los propietarios de la compañía de las deficiencias detectadas y se les propuso trabajar conjuntamente para su resolución, aconsejándoles además el desalojo de la instalación.
Ante la negativa de los responsables de Libery Fashions Wear y tras negociaciones con los sindicatos y patronal locales, así como con la Organización Internacional del Trabajo, la empresa británica decidió romper sus relaciones comerciales con este proveedor. Además, también ha comunicado de esta decisión a la organización Ethical Trading Initiative, con sede en Londres.