"No somos multimillonarios, creímos que podíamos generar riqueza y la queremos compartir", ha añadido Ferran Adrià, a la vez que ha explicado que ha rechazado numerosas invitaciones a que la fundación que está creando lleve su nombre porque cree que es más justo que tenga el del restaurante. "Yo no soy El Bulli. El Bulli es de todos", ha recalcado el cocinero, para quien es importante que la sentencia reconozca su "ética y honestidad" porque lo que está en juego en la demanda contra él es "un proyecto de país", como la fundación que está en ciernes.