El estudio que Naciones Unidas, publicado esta semana, saca a luz unas cifras que alertan que el trabajo infantil en el mundo no hace más que incrementarse. Según el diario británico The Guardian, alrededor de 60 millones de niños menores de 17 años están involucrados en la agricultura mundial. La minería es uno de los sectores en los que más menores trabajan, niños de tan solo seis años excavan en las minas para poder ayudar a sus familias.
Para poner fin a esta situación, la ONU fija como primer paso ofrecer una educación a todos estos niños y ayudar económicamente a las familias para que puedan escolarizar a sus hijos, tal y como se ha hecho en Brasil. Naciones Unidas considera que para llevar a cabo este plan serán necesarios 15.000 millones de fondos extras en 2015. También es importante evitar que los menores combinen la eduación con el trabajo, ya que siempre sale perdiendo la formación a favor del trabajo, causando el abandono escolar y unos resultados negativos.
A pesar de que leyes y tratados internacionales prohíben el trabajo infantil, los países más pobres no cuentan con la voluntad y los fondos suficientes para hacer cumplir las leyes.
El ex primer ministro británico Gordon Brown ha declarado a The Guardian que "el trabajo infantil es la nueva esclavitud de nuestra era". Gordon considera que los esfuerzos por combatirlo han caído en la inercia y la indiferencia por parte de muchos gobiernos y organismos internacionales.