Incluyendo tiendas y cadenas de alimentación y todo tipo de establecimientos de hostelería, son más de 2.000 clientes con los que Leche Pascual cuenta en Málaga. Clientes que ahora son atendidos por la empresa alimentaria con coches híbridos Toyota de propulsión alternativa, modelos Auris y Prius HSD que, además de producir un ahorro económico considerable, reducen la emisión de gases de efecto invernadero al combinar un motor eléctrico con uno de combustión.
Según Raúl López Maldonado, concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, "la presentación de la flota sostenible de Leche Pascual se enmarca en las acciones que potencian el transporte sostenible en la ciudad; en este caso concreto, en el sector comercial y en la actividad económica. Y sirve para fomentar la concienciación empresarial y ciudadana de cara a mejorar la calidad de vida".
Mucha menos contaminación acústica y sonora
Para Javier Peña, director de Distribución y Gerente de Centro y Andalucía, "esta nueva flota es fruto de la estrategia de Leche Pascual para aplicar también al transporte su compromiso de respeto al medio ambiente". La reducción de emisiones de CO2 de un vehículo híbrido de Grupo Leche Pascual en comparación con un diesel convencional es del 40%. Reducción que llega al 50% en cuanto a la contaminación acústica. Por ello, continúa Peña, "la flota malagueña de coches híbridos de Leche Pascual ahorra a la atmósfera 40 toneladas anuales de CO2. Lo que equivaldría a la cantidad de dióxido de carbono que son capaces de absorber 10.000 árboles". Los 22 coches híbridos Toyota que circulan por Málaga contribuyen no sólo a reducir de forma drástica el CO2, sino a eliminar también nocivas emisiones de partículas y óxidos de nitrógeno, cosa especialmente importante en un ámbito urbano.
