El coste de las operaciones que está llevando a cabo Total para frenar la fuga gas asciende a 750.000 euros diarios, según indicó el lunes para Le Figaro el director financiero de la empresa, Patrick de la Chevardière. A esta suma hay que añadir la pérdida de 1,12 millones de euros diarios provocados por el paro de la producción (tanto en la plataforma Elgin como en la vecina Franklin), lo que eleva el coste total a 1,9 millones de euros. Estas dos plataformas constituyen el 2% de la producción de hidrocarburos de Total.
Las dos principales acciones tomadas por Total progresan en paralelo. La primera consiste en retomar el control de los pozos, sellándolos desde la plataforma. La empresa está trabajando en cooperación con la autoridad de seguridad británica (HSE, Health and Safety Executive) para buscar cómo acceder a la plataforma de Elgin en condiciones de seguridad. La segunda acción prevista consiste en perforar dos pozos de emergencia, para lo que se utilizarán nuevas torres de perforación. Si se consigue la primera operación, “relativamente fácil” según Chevardière, las nuevas perforaciones tendrán un coste de al menos 100 millones de euros y 6 meses de trabajo.
Por otra parte, se han desplegado dos barcos en la zona. El primero está equipado de un robot de intervención (ROV) que realizará una inspección submarina alrededor de la plataforma de Elgin; y el segundo está preparado para realizar estudios del fondo marino y determinar cuál es el mejor emplazamiento para los pozos de emergencia. Total ha declarado que hasta el momento, los dos barcos esperan condiciones marítimas óptimas antes de desplegarse.
Asimismo, Total ha declarado que el gas, esencialmente el metano, se dispersa rápido en el aire, y que tan sólo siete metro cúbicos de condensantes (petróleo ligero como la gasolina) se habrían vertido al mar. Un grupo de Greenpeace llegó ayer a la zona en barco para verificar estas declaraciones.