El convenio de reconocimiento mutuo por parte de los dos mayores productores de productos orgánicos del mundo, que pretende reducir costes y burocracia, entrará en vigor a partir del próximo junio. En un artículo de The Guardian, Dacian Cioloş, comisario de agricultura de la Unión Europea, y Kathleen Merrigan, subsecreteria de la USDA, escribieron que "el acuerdo es simple: reconoce que Estados Unidos y la Unión Europea tienen sistemas creíbles de certificación orgánica y que compartimos perspectivas en lo referente a la producción de productos orgánicos". Todos los productos agrícolas tendrán cabida dentro del acuerdo a menos que hayan sido sometidos a antibióticos durante su producción.
A pesar de la reducción de ventas por la crisis económica, Organic Monitor valoró el mercado de los productos orgánicos (del que Estados Unidos y la Unión Europea representan el 90% del consumo mundial) en 45.000 millones de euros en 2010. Asimismo, un estudio del diario Business Green descubrió que las ventas de comida orgánica certificada aumentaron un 8% en 2010 respecto al año anterior, mientras que las ventas de alimentos en general aumentaron un 6%. Por otra parte, una investigación de la Fundación para la Investigación en Agricultura Ecológica mostró resultados similares en cuanto al crecimiento de la agricultura ecológica, que aumentó un 8% en 2010 frente al 1% de la agricultura tradicional.
La directora ejecutiva de la Organic Trade Association (OTA), Christine Bushway, declaró al diario Green Biz que "este acuerdo creará empleos en el ya sano y creciente sector orgánico estadounidense, desencadenará un crecimento adicional del mercado y será beneficioso para los agricultores estadounidenses y europeos".
Sin embargo, este acuerdo también plantea si no sería mejor promover la agricultura orgánica local, a lo que los promotores de la iniciativa responden que, por ahora, es mejor incrementar la importancia y la influencia de la comida orgánica.