En los años 2009 y 2010, la destrucción de bosque fue de 6.500 kilómetros cuadrados. En la década de los 90 llegó a superar los 29.000 kilómetros cuadrados anuales. Sin embargo, los últimos datos muestran que entre agosto de 2010 y abril de 2011 se ha producido un aumento de la tala del 27%.
La zona más afectada es el estado de Mato Grosso, centro de las plantaciones de soja de Brasil. La mayor parte de la destrucción se ha producido a consecuencia de la quema de grandes extensiones de bosque por parte de agricultuores para el cultivo de soja y algodón.
La ministra de Medio Ambiente, Izabella Teixeira, aseguró que las recientes imágenes "han hecho sonar la voz de alarma" para las autoridades. El ministerio anunció en un comunicado la creación de un "gabinete de crisis" para "evitar la tala ilegal" y evaluar la respuesta ante esta situación. Los datos han sorprendido a un gobierno que el pasado mes de diciembre, apuntaba en un informe que la deforestación en el bosque amazónico había caído a los niveles más bajos en los últimos 22 años.