Cubriendo tres categorías, los Premios AEGFA han recaído en Enrique de Juan, de Danone, al gestor de flotas del año; en LeasePlan, a la iniciativa empresarial para una flota ecológica, por su programa Green Plan; y en Leche Pascual, a la iniciativa para una movilidad sostenible, que fue recogido por Eliecer Hernández, jefe de la delegación barcelonesa de la empresa láctea.
El plan de sostenibilidad de Grupo Leche Pascual integra el concepto de movilidad y transporte sostenible, para reducir o, en su caso, compensar las emisiones de CO2. En busca de la eficiencia energética, Leche Pascual ha firmado adhesiones al Plan Azul y al Foro Proclima de Madrid, así como a la Agenda 21 de Barcelona, siempre en público compromiso para lograr una movilidad menos contaminante. Así, Leche Pascual es la primera empresa de alimentación con vehículos de reparto propulsados por energías alternativas.
Otras medidas de Leche Pascual para la mejora medioambiental de su movilidad son: facilitar plazas de garaje a los proveedores de reparto, para que sus vehículos pernocten en las instalaciones y ahorrar así desplazamientos; atención de proximidad por parte de la red comercial; atención telefónica y comercio electrónico, gracias a la web clienline.es, donde los clientes realizan pedidos sin necesidad de ser atendidos en persona por un comercial, ahorrando de esta forma combustible y emisiones; o la política de contratación de proveedores, donde se prioriza a los más respetuosos con el medio ambiente.
Grupo Leche Pascual ha presentado recientemente en Madrid y Barcelona, en solemnes actos presididos por los respectivos alcaldes de ambas capitales, los primeros coches de la mayor flota híbrida europea. Se trata de vehículos de propulsión alternativa que, además de suponer un ahorro económico respecto a los convencionales, reducen la emisión de gases de efecto invernadero al combinar un motor eléctrico con otro de combustión. Progresivamente, todos los empleados de Leche Pascual conducirán coches de motor híbrido de bajas emisiones, consiguiendo un ahorro anual calculado en más de cien toneladas de Co2, además de una reducción del 50% de la contaminación acústica, gracias a la silenciosa propulsión eléctrica.
