Mullins, que camina con dos prótesis desde pequeña debido a un problema de nacimiento, trabajó como analista de los servicios secretos del Pentágono antes de batir los récords del mundo de los 100 metros, los 200 metros y del salto en altura en los Juegos Paralímpicos de Atlanta' 96.
También ha intervenido en películas, como Cremaster 3, e ingresó en la moda de la mano del diseñador Alexander McQueen. En 2010 participó en una campaña publicitaria del diseñador estadounidense Kenneth Cole y ha posado para fotógrafos de prestigio como Bruce Webber, además de dar conferencias sobre cómo superar la adversidad.
"La mayor discapacidad que uno puede crear para sí mismo es la idea de normalidad", afirmó Aimée Mullins, que animó a que cada persona derribe esa barrera y muestre al mundo "su singularidad".