La operación ha incluido el análisis de los clientes mediante tres variables como son las emisiones contaminantes y el consumo de recursos, las características del entorno físico de la empresa y la presión legislativa y fiscalización de determinados componentes de medio ambiente. El total de presupuesto analizados de todas las empresas cliente ha sido de 138.034 millones de euros.
Los resultados del análisis también se han dividido en tres segmentos, según el riesgo medioambiental: alto, medio o bajo. Así, el 79,9% de los clientes, con una exposición de 112.886 millones de euros, se hallan en riesgo bajo, es decir, cuyas actividades suponen un daño medioambiental bajo o nulo.
En cuanto al riesgo medio, el 19,7% de los clientes de BBVA pertenece a este segmento, y suponen un total de 23.483 millones de euros del capital analizado. Éstas son empresas con actividades de peligro moderado y con una presión legislativa y de fiscalización, pues en algunos casos suponen un riesgo más importante.
Por último, el grupo de riesgo alto supone el 0,39% del total, con un capital de 1.665 millones de euros. En este grupo se encuentran grandes empresas, preparadas para afrontar los cambios a los que la legislación obliga en cumplimiento de los compromisos de protección del medio ambiente.
Este análisis se ha realizado sólo para clientes en España, pero la idea pretende exportarse a países como México donde está en fase de implantación o Perú, donde BBVA ha llegado a un convenio con el Banco Iberoamericano de Desarrollo para promover este análisis.