La iniciativa se inició en el año 2000 por parte del Gobierno de Aragón. El primer objetivo era descubrir las zonas más peligrosas del tendido eléctrico, para establecer acciones de mejora con Endesa y REE. El gran impulso llegó en 2006, en el marco del proyecto LIFE Naturaleza, y que ha permitido la mejora de 325 Km de tendido, con 61 instalaciones de 18 Zonas de Especial Protección para las Aves de las tres provincias aragonesas.
La efectividad de las medidas es manifiesta, pues se han reducido un 94% las muertes por electrocución y un 60% las de colisión, contribuyendo de forma muy eficaz a la preservación de especies como la grulla o la avutarda en entornos como la laguna de Gallocanta.