15/09/2009 17:44:43

Infova realiza procesos de formación de directivos a través de RSC

Cargando piedras, haciendo zanjas, levantando empalizadas...

Infova, empresa especializada en la formación de directivos y profesionales de empresas, colabora en el diseño y ejecución de proyectos de cooperación dando a los mismos un carácter formativo, a través de su departamento de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

En opinión del director de Infova, Gonzalo Martínez de Miguel: “Contribuir al bienestar de otras personas es una gran oportunidad para experimentar valores como la cooperación, el compromiso, la generosidad, la excelencia y el servicio”.

El modelo que Infova está desarrollando con sus clientes consiste en diseñar acciones de cooperación para que los profesionales de estas empresas puedan implicarse en una o varias jornadas de servicio a favor de terceras personas. Proyectos como crear un jardín donde antes había un terreno baldío, o crear dos días de magia, formación y juegos para niños en un campamento de verano, dan la oportunidad a los directivos y profesionales de las empresas para poner en perspectiva sus problemas, experimentar el placer de hacer algo sin esperar nada a cambio, y dejar una huella de generosidad en otras personas.

“Muchas empresas tienen el deseo de contribuir a la sociedad en proyectos y con personas concretas, pero no les resulta fácil encontrar el cauce para hacerlo. Personas que desean hacer contribuciones de más implicación personal que dar una cantidad de dinero. Estamos todos tan ocupados que nos resulta más fácil dar dinero que entregar parte de nuestro tiempo”, indica Martínez de Miguel.

En este tipo de actividades de cooperación los profesionales descubren que no sólo han hecho algo útil y concreto para alguien, sino que ellos han recordado principios muy valiosos, a la vez que ha vivido experiencias inolvidables.

Según el director general de Infova: “Los equipos se cohesionan cuando resuelven retos en equipo, al conseguir sus objetivos gracias al esfuerzo y el sacrificio compartido, cuando se ríen y celebran juntos, y cuando son capaces de admirar y reconocer en el otro a un ser humano digno, que vale la pena. Este tipo de actividades de cooperación social tiene todo eso y mucho más”.

Así, por ejemplo, los directivos de una empresa farmacéutica primero planificaron el trabajo que iban a realizar, se distribuyeron las tareas, recordaron para que estaban allí y a partir de ahí cargaron piedras, hicieron zanjas, levantaron empalizadas, instalaron un sistema de riego, plantaron arbustos y flores, rastrillaron el terreno, hicieron terrazas con vigas de tren y disfrutaron compartiendo la comida y escuchando el agradecimiento espontáneo de las personas que iban a disfrutar ese jardín.

En otra ocasión los directivos se disfrazaron de romanos para crear dos días de fantasía y juegos para los niños de un campamento. Para ello, primero se tuvieron que entrenar su papel, aprender lo que luego iban a hacer. Los niños son un público muy exigente que no aceptan cualquier planteamiento.

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