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La crisis paralizó casi por completo la promoción de rascacielos en el país

España frena la construcción de rascacielos sostenibles


05/09/2016 08:05:00 La evolución hacia la construcción de rascacielos y edificios sostenibles es la tendencia que se está siguiendo en varios países a excepción de España. Ciudades como Madrid y Bilbao fueron las únicas en recoger esta forma de urbanismo que, tras la crisis, se ha vuelto prácticamente anecdótico. Las nuevas construcciones del futuro promueven la incorporación de vegetación en el interior y exterior de los edificios, la instalación de paneles solares o el uso de materiales sostenibles con el objetivo de conseguir un consumo cero de energía contaminante.

España se queda a la cola en materia de edificios sostenibles. Esta es la conclusión a la que ha llegado Guzmán de Yarza Blache, responsable de Workplace Strategy, Corporate Solutions de la consultora JLL, tras ser consultado por el diario Expansión

"La crisis del 2008 supuso un parón para ese tipo de desarrollos inmobiliarios y más teniendo en cuenta que hablamos de un país en el que tradicionalmente no se han construido demasiados rascacielos en comparación con otros", explica De Yarza.

Un parón que sólo Bilbao ha logrado salvar con la construcción de uno de los rascacielos sostenibles más altos del mundo, en una zona colindante al lugar donde se encuentra la Torre Iberdrola. Este inmueble es, además, el primer edificio pasivo en altura (aprovecha las condiciones climáticas del entorno) que se construye en España y contará con 108 viviendas de protección oficial y 63 viviendas sociales. Diseñado por VArteaga Arquitectos, sigue los principios del estándar PassivHaus, que le permitirán tener un consumo de energía casi nulo, destaca el diario.

Al margen de este desarrollo y las cuatro torres del Norte de Madrid, pocos ejemplos más hay de edificios de consumo eficiente. Una situación que contrasta con China, Japón, Australia o Emiratos Árabes, líderes en este tipo de construcciones. De hecho, "Barcelona, no tiene rascacielos propiamente dichos (edificios con una altura superior a 150 metros)", asegura De Yarza.

Pero ¿qué diferencia un rascacielo de hace 20 y 30 años de las nuevas construcciones? El experto detalla las tres claves que lso diferencia. "Por un lado la batalla estructural por ganar más y más altura; otro de los retos es la fachada, tanto en su componente constructiva como tecnológica" y finalmente, "la sostenibilidad, en sus múltiples vertientes".

"La gestión de la insolación es muy importante, no sólo para protegerse del sol sino también para aprovechar toda la superficie de la fachada y transformar la energía del sol en energía eléctrica para los usuarios, reduciendo el consumo de combustible y la huella de carbono", apunta De Yarza.

 

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