Según ha explicado Cortés Puch en el primero de los seis Desayunos ODS que van a organizar conjuntamente la Red Española para el Desarrollo Sostenible (REDS) y Mediapost durante 2018 y 2019 para dar a conocer los 17 Objetivos Mundiales, en España aún no existe una alta sensibilidad en el sector privado respecto a la necesidad de construir un mundo más sostenible como sí la hay en otros países europeos, sobre todo, nórdicos.
“Es cierto que en estos países hay más incentivos desde lo público y más conciencia social, pero también existe una cultura de la competitividad y la innovación que plantea una avenida que el sector privado quiere recorrer para ser los primeros”, ha argumentado la directora de redes nacionales y regionales de la SDSN.
En su opinión, esta carrera por innovar y encontrar soluciones a los problemas actuales de sostenibilidad tiene efectos positivos muy relevantes que van mucho más allá de la conocida Responsabilidad Social Corporativa (RSC), ya que esto también permite a las empresas rentabilizar económicamente sus soluciones. Como ejemplo, ha citado los nuevos autobuses ecológicos que VOLVO está desarrollando y que “acabará vendiendo en China” o en otros países donde los problemas de contaminación y movilidad son verdaderamente preocupantes.
Tras insistir en que los 17 Objetivos Mundiales para el Desarrollo Sostenible (ODS) son, por tanto, “también una agenda de competitividad y de progreso económico”, Cortés Puch ha señalado que para contribuir al desarrollo sostenible del planeta es necesaria una visión a medio y largo plazo por parte de todos los agentes implicados, desde los gobiernos hasta la sociedad civil, a la que también ha animado a formar parte de este cambio en su entorno más inmediato.
Cortés Puch ha reconocido, no obstante, que se trata de una agenda “muy compleja” porque, pese a que está refrendada por 193 países, cada territorio tiene unos problemas concretos y diferentes a los de cualquier otro. Es por eso por lo que Naciones Unidas decidió evaluar anualmente a cada país y elaborar un índice “muy riguroso y objetivo” con la intención de ir midiendo el grado de implementación de cada objetivo. Hasta el momento, el país que encabeza este ranking es Suecia, que ya ha conseguido desarrollar en su totalidad 7 de los 17 Objetivos Mundiales.
En la última evaluación, España ocupó el puesto 23 a nivel global, que es una “buena posición” en términos generales, pero “no tan buena”, según ha advertido la directora de SDSN, si se compara con el resto de países europeos. Es por ello por lo que ha animado al conjunto del país a seguir avanzando en “las oportunidades que brindan cada uno de estos objetivos”, sobre todo, en lo relacionado con los ODS peor evaluados: trabajo decente y crecimiento económico; industria, innovación e infraestructura; producción y consumo responsable; acción por el clima; vida submarina, y vida de ecosistemas terrestres.
En lo que respecta al objetivo 11 ‘Ciudades y Comunidades Sostenibles’, sobre el que ha versado este desayuno, Cortés Puch ha señalado que se trata de un “objetivo sistémico que debe centrar nuestra atención” porque se estima que, en 2030, sean 5.000 millones de personas las que vivan en entornos urbanos. “Nosotros decimos que las ciudades son activos de dudoso valor a largo plazo porque son los lugares donde las desigualdades son más patentes y donde la vulnerabilidad ambiental es mayor”, ha alertado. Frente a ello, ha apostado por “atraer talento” a las zonas rurales para que no se despueblen y se fomenten otras formas de vida sostenibles a la vez que atractivas.
