Estos serían algunos de los cambios que experimentaría la movilidad urbana:
Alan Wilson, consejero delegado del Alan Turing Institute e investigador principal, declaró: “Nuestra visión es que los planificadores urbanísticos y los operadores deberían disponer de un sistema que les muestre los datos en tiempo real para poder analizar el funcionamiento de la ciudad, integrando tanto modelos matemáticos como informáticos, así como modelos de aprendizaje automático, a fin de simular distintos escenarios y que les ofrezca información cuando los patrones de comportamiento cambien. La amplia disponibilidad de datos y las nuevas tecnologías pueden hacer que los patrones de transporte cambien drásticamente en muy poco tiempo. Esperamos que eso dé lugar a mejoras en los ámbitos de la salud y la movilidad de las poblaciones urbanas, así como a unos mayores niveles de seguridad y eficiencia en la gestión del tráfico”.
Ryan Klem, director de Programas de la Toyota Mobility Foundation, añadió: “Aparte de que se ha prestado especial atención a los sistemas de inteligencia artificial en el interior del vehículo, nos hace especial ilusión la oportunidad de trabajar con el Instituto Turing para aplicar el análisis de datos y la IA a una faceta complementaria de la movilidad: la infraestructura. Creemos que la movilidad es esencial para promover el progreso social y mejorar la vida de las personas en todo el mundo y este proyecto representa un importante paso adelante para alcanzar una sociedad mejor y ayudar a conseguir la armonía entre todas las formas de movilidad para todos los ciudadanos”.