El Estudio ALFA cuenta con la participación de más de 2.700 voluntarios sanos de edades comprendidas entre los 45 y los 75 años, en su mayoría familiares de personas que han desarrollado Alzheimer. Estos voluntarios se someten a un conjunto de pruebas, regularmente y durante décadas, para evaluar las capacidades cognitivas, realizar pruebas de neuroimagen y recoger datos sobre el historial clínico y los hábitos de vida.
El estudio incluye el Proyecto ALFALife de control e intervención sobre los factores de riesgo de la enfermedad del Alzheimer. El objetivo es conocer e incidir en los factores de riesgo modificables, promoviendo los hábitos de vida saludables. El estudio está recogiendo variables clínicas y de hábitos de vida de cada participante, como son la presión arterial, el tipo de dieta o el nivel de actividad física.