22/05/2018 08:12:15

Ana Botín defiende una educación superior que promueva la tolerancia y la inclusión social

IV Encuentro Internacional de Rectores Universia

El IV Encuentro Internacional de Rectores Universia, en el que participan 600 rectores de 26 países que representan a 10 millones de estudiantes de universidades de todo el mundo, ofrece un espacio de debate bajo el lema “Universidad, Sociedad y Futuro”. Los asistentes profundizarán en las claves de la Universidad, su presente y futuro inmediato, con foco en tres ejes temáticos: “Formar y aprender en un mundo digital”; “Investigar en la Universidad, ¿un paradigma en revisión?”, y “La contribución de la universidad al desarrollo social y territorial”.

En la apertura del encuentro, la presidenta de Universia y de Banco Santander, Ana Botín, recordó que cada generación “reescribe el contrato social que regula las relaciones entre la universidad y la sociedad a la que sirve”, un contrato que “incluye las contribuciones a la docencia, a la investigación y – cada vez más – a la innovación y el emprendimiento”. Y declaró que “una de las funciones de la educación universitaria debe ser enseñar a aprender, es decir, ofrecer las herramientas que permitan al estudiante de hoy desarrollar nuevas habilidades y competencias que necesite en el futuro”.

Convencida de que “la educación no es todo, pero es casi todo. La educación nos transforma: personalmente, emocionalmente, culturalmente y, por supuesto, económicamente”, Ana Botín planteó tres reflexiones:

  1. “La educación es clave para poder construir sociedades más inclusivas, prósperas y resilientes”.
  2. La relación entre profesor y estudiante está cada vez más intermediada por la tecnología, situando al estudiante en el centro de nuestra actividad. La revolución digital “es un poderoso motor de cambio económico, social, político y cultural”.
  3. La importancia de la universidad para promover el crecimiento personal y la movilidad social. “Nuestras universidades nos enseñan que el conocimiento, la ciencia y la experiencia humana no tienen fronteras. Debemos ver la universidad como parte de la respuesta para formar ciudadanos globales, evitando las visiones localistas y endogámicas, que nos alejan de la cooperación internacional”.

Ana Botín señaló que “todo esto no puede ser a costa de descuidar los sectores menos favorecidos de nuestras sociedades. Debemos fomentar una educación superior abierta, que promueva valores universales, la tolerancia y la inclusión social”, con “una formación humanista, trasversal y multidisciplinar”, y una “Universidad que sea una fuente de innovación, de pensamiento crítico y de conciencia social”.

Botín recordó que la Carta de Río, con las conclusiones del III Encuentro Internacional de Rectores Universia, sentaba algunas bases para hacer realidad la Universidad del futuro: la importancia de la autonomía universitaria, de un marco normativo que permita opciones alternativas de gobernanza, y de tener universidades con diferentes vocaciones. A estas tres líneas de acción, la presidenta de Universia añadió que “el sistema universitario aspire a generar excelencia”, que “debe ser inclusiva y contribuir al interés general y a la equidad.”

Las conclusiones del debate se plasmarán en la Declaración de Salamanca, que se conocerá hoy, con el compromiso de las autoridades asistentes para que la Universidad avance, mediante acciones concretas, en consonancia con las necesidades de la sociedad del siglo XXI. La ceremonia de clausura contará con la intervención del presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy.

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