Más del 20% de las organizaciones encuestadas se anticipan a su crecimiento futuro comprometiéndose de manera formal a establecer objetivos para reducir sus emisiones a través de la iniciativa Science Based Targets initiative, siendo Ferrovial y Telefónica las dos empresas que hasta ahora los tienen oficialmente aprobados. Estos objetivos están en línea con el nivel de descarbonización requerido para mantener el incremento de la temperatura global por debajo de los 2ºC -el principal objetivo del Acuerdo de París sobre Cambio Climático firmado por alrededor de 200 países-.
Las empresas españolas toman el liderazgo involucrando a altos ejecutivos y estableciendo objetivos fundamentados en la ciencia, y superan con creces al resto de Europa continental –y la muestra global CDP- respecto a dos indicadores a largo plazo cruciales en relación con acciones climáticas.
Algunos mensajes clave que se desprenden del informe “Climate Change Report 2017: Marcando el Camino” son:
Steven Tebbe, el director general de CDP Europa, asegura que "las empresas españolas han logrado un progreso sin precedentes al acelerar sus acciones contra el cambio climático. En muchos sentidos, están estableciendo el estándar, con las juntas directivas liderando la estrategia medioambiental en las empresas. El incremento de objetivos a favor del medio ambiente, incluyendo al 20% de los encuestados comprometidos con la ciencia, muestra que las organizaciones comprenden la necesidad de ser resilientes en un mundo que busca mantenerse por debajo de los 2ºC. No obstante, este informe también revela a los ganadores y perdedores que emergen de esta transición. La mayoría de las empresas analizadas no parece tener aún objetivos a largo plazo adecuados. Por eso, instamos a este grupo de compañías a ser más ambiciosas y a alinear sus objetivos con la ciencia climática".
Por su parte, la socia responsable de Sostenibilidad de PwC, María Luz Castilla, apunta que "el cambio climático es una fuente potencial de riesgos para las empresas (regulatorios, tecnológicos, de mercado, de transición, etc.) y las empresas españolas deben analizar las implicaciones financieras del cambio climático para responder a las demandas de los mercados financieros. Pero sin duda, la transición hacia una economía baja en carbono genera importantes oportunidades de negocio, que las empresas españolas pueden aprovechar, posicionando su liderazgo en el CDP para fortalecer su competitividad".
El director ejecutivo de ECODES, Víctor Viñuales, señala que "crece rápidamente la convicción de las oportunidades que tienen y tendrán las empresas alineadas con la agenda global del clima. Hoy, las empresas que apostaron por los coches eléctricos, las empresas de energías renovables, las de eficiencia energética… todas ellas tienen el futuro despejado. Toda la economía amiga del clima tiene el viento a favor. A esto se suma un gran tsunami de inversores que empujan a favor de las empresas amigas del clima y castigan con su omisión a las empresas que hacen negocio dañando la sostenibilidad del planeta".