El nuevo Código está basado en el Código de Conducta BSCI (Business Social Compliance Initiative) una iniciativa internacional liderada por la Asociación de Comercio Exterior, FTA (Foreign Trade Association), de la que Grupo Calvo es miembro.
Partiendo de una visión común, el respeto por los derechos humanos y laborales, la iniciativa busca promover la cooperación con los proveedores para que estos aseguren de manera progresiva la mejora continua de las condiciones de trabajo en sus organizaciones.
El Grupo global de alimentación especializado en conservas de pescado, marca así de forma clara los estándares mínimos de conducta empresarial ética y responsable que deben ser observados su cadena de suministro, y establece un sistema de implementación y monitorización a través auditorías independientes y planes de formación, siguiendo las directrices de BSCI.
Mané Calvo, consejero delegado de Grupo Calvo, se mostró rotundo sobre la importancia del Código de Conducta y su implementación. “El futuro de nuestro negocio, y del sector, pasa necesariamente por ejercer una gestión responsable efectiva sobre toda nuestra cadena de valor, apoyándonos y colaborando con nuestros socios y proveedores para lograr un impacto positivo duradero en la sostenibilidad de nuestra actividad”, señaló.
El Código de Grupo Calvo cuenta además con un anexo específico para proveedores de atún donde se recogen una serie de requerimientos adicionales para los suministradores de esta materia prima con el fin de evitar su pesca ilegal y asegurar prácticas sostenibles y responsables.
“El objetivo último de este Código y de la colaboración con BSCI es ofrecer a todos los participantes de nuestra cadena de suministro una visión clara de nuestro compromiso con la gestión responsable, especialmente con la protección de los derechos humanos y laborales de todas las personas que intervienen de una u otra forma en nuestra cadena de suministro”, afirma la directora de Responsabilidad Social Corporativa de Grupo Calvo, Victoria Sánchez.
