En el Noroeste ocurren más de la mitad de los incendios del territorio nacional. La Xunta ha afirmado que los incendios son intencionados, focos simultáneos cercanos, iniciados por la noche en situación adversa de temperatura, viento y sequía.
Debido a la falta de agua, se han tomado medidas extraordinarias como permitir al sector ganadero que pueda abastecerse de agua de depósitos destinados a la extinción de incendios. "Todo un polvorín en una región con una fuerte 'cultura del fuego' como herramienta de gestión de ecosistemas", señalan en un comunicado fuentes de Greenpeace, que alegan además que "los montes no los queman 'sólo' pirómanos", ya que en su opinión, éstos representan "un porcentaje bajísimo de la causa de incendios".
En este sentido, la ONG demanda "una gestión más activa del paisaje" que tienda a la imitación, a pequeña escala, del régimen natural de incendios a través de las quemas prescritas, explotación forestal, extracción de biomasa para uso energético, ganadería extensiva, etc.
"Son necesarios ecosistemas forestales y paisajes más resilientes al fuego y a los escenarios del cambio climático y un mayor apoyo a las Fiscalías de Medio Ambiente en el esclarecimiento y persecución del delito de incendio forestal, así como la necesidad de que el Gobierno español apruebe una Ley de Cambio Climático y Transición Energética ambiciosa, que tenga como objetivo evitar que las temperaturas globales aumenten por encima de 1,5 ºC.", señalan.