La trama urbana de Barcelona es densa y consolidada, lo que dificulta la previsión de futuros parques urbanos. Pero hay un gran número de opciones para aumentar el verde en la ciudad que van más allá de nuevos espacios verdes, como por ejemplo: la mejora del verde actual, su incremento en espacios que hasta ahora no se planteaban como tales, como las supermanzanas, y con actuaciones a nivel ciudadano que contribuyan a Enverdecer la ciudad, como las cubiertas y los muros verdes, o los mismos balcones.
Todo ello con el objetivo de un cambio de modelo, no sólo en la gestión de la naturaleza urbana sino también de la misma ciudad.
El programa de impulso a la infraestructura verde urbana es la concreción del Plan verde y de la biodiversidad en la que el Ayuntamiento establece el objetivo de "lograr una infraestructura verde que ofrezca los máximos servicios ecosistémicos en una ciudad en la naturaleza y urbe interactúen y se potencien".
Asimismo, da respuesta a compromisos municipales como el Compromiso Ciudadano por la Sostenibilidad 2012-22, que impulsa la "renaturalización de la ciudad"; y el Compromiso de Barcelona por el Clima, que fija el objetivo de "incrementar el verde urbano en un 1m2 por cada habitante actual 2030 para generar una mayor adaptación de la ciudad a los posibles efectos del cambio climático".