El mercurio aparece en peces, mariscos, ecosistemas y vida silvestre de forma constante. La regulación actual establece un marco concreto en los niveles que se aceptan en determinados productos. Una norma que a partir de ahora se modificará con una nueva normativa que persigue aumentar la protección y limitar la contaminación generada por las actividades y procesos relacionadas con el mercurio, según ha informado Efe.
En consonancia con la posición del Parlamento Europeo, la UE ha establecido así nuevas normas para el uso, almacenamiento y comercialización del mercurio y de los componentes que lo utilicen, así como la adecuada gestión de sus residuos.
“Las actividades como la extracción de mercurio, el uso de mercurio en productos y procesos industriales, la minería aurífera artesanal y a pequeña escala, la combustión del carbón y la gestión de desechos de mercurio pueden ser la fuente de emisiones y liberaciones de esta sustancia peligrosa para el medio ambiente y la salud”, señala el Consejo Europeo en declaraciones recogidas por la agencia.
Las nuevas especificaciones técnicas, que se aplicarán a partir del 1 de enero de 2018, permitirán a la UE y a sus Estados miembros “aprobar, ratificar y aplicar la Convención de Minamata sobre la contaminación del mercurio”, adoptada en Kumamoto (Japón) en octubre de 2013.