Fundación Adecco ha emitido un comunicado donde, pese a reconocer las mejoras en materia de contratación de personas con discapacidad, que según datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) ha aumentado un 3,7%, también destaca las diferencias que existen en su naturaleza. De los 98.802 contratos que firmaron el año pasado, solo 30.154 (30,5%) se produjeron en la empresa ordinaria, el entorno habitual de trabajo, donde el trabajador con discapacidad desempeña las mismas funciones que cualquier otro empleado, aunque en ciertos casos será necesario ajustar ciertas tareas a las necesidades del trabajador. El resto se produjeron en el ámbito del empleo protegido. Y ¿cuáles son esos ámbitos? Según la Fundación dos:
Para Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, “a pesar de los innegables avances sociales que se han producido en la inclusión laboral de las personas con discapacidad, aún encontramos obstáculos que nos impiden hablar de una plena normalización de sus vidas en el ámbito profesional". Mesonero cita como principales poblemas "la sobreprotección, el desconocimiento y el miedo del entorno familiar, educativo, social y empresarial", que acaba conduciendo a estas personas "al empleo protegido como única opción”.
Para el directivo “los CEE son una solución que favorece la empleabilidad y el empoderamiento de miles de personas con discapacidad, pero que debe ser considerada como una vía de tránsito hacia el empleo ordinario".
Desde que se aprobó la LISMI (Ley 1371982, de 7 de abril, de Integración Social de los Minusválidos), primera ley que regulaba y fomentaba la incorporación de las personas con discapacidad al mercado laboral, la participación de las personas con discapacidad en la empresa ordinaria se ha incrementado notablemente. Sin embargo, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), un 31% de las personas con discapacidad se encuentran en paro, 9,1 puntos más que la tasa de desempleo de la población sin discapacidad.
Según Arancha Jiménez, directora de operaciones de la Fundación Adecco, “es muy importante la labor de sensibilización que llevamos a cabo en la sociedad y en las empresas con el objetivo de derribar aquellos prejuicios que relacionan la formación poco cualificada, el bajo índice de productividad y elevadas tasas de absentismo con las personas con discapacidad". Para Jiménez, "en un contexto tan competitivo como el actual, en el que el talento es fundamental para la sostenibilidad de un negocio, no contar con estas personas es perder oportunidades".