03/03/2017 07:13:49

La inversión de impacto social, una tendencia al alza

Bolsa Social abre tres nuevas campañas de crowdequity para Auara, Braibook y Mercatrace

La rentabilidad y el impacto social no son dos conceptos antagónicos. Esto es lo que quiere demostrar la inversión de impacto social, es decir aquel tipo de inversión que se centra en financiar empresas sociales, empresas cuya misión sea la de resolver los problemas más acuciantes a los que se enfrenta la sociedad y que intentan resolverlos a través de modelos empresariales. Ayer el auditorio de CecaBank, en Madrid, acogió ayer una nueva entrega de los Encuentros de la Bolsa Social donde se dieron argumentos a favor de este tipo de inversión y se presentaron a los potenciales inversores las tres empresas que abren rondas de inversión con campañas de equity crowdfunding: Auara, Braibook y Mercatrace.

Estamos viviendo en una sociedad que está en permanente cambio y entre estos, el director de la Bolsa Social, José Moncada, destaca un cambio de mentalidad que afecta al ámbito económico. “Cada vez hay más personas y más instituciones que están convencidas que vivíamos en una especie de esquizofrenia, que las decisiones económicas únicamente se tomaban en base a criterios económicos como beneficio, riesgo o rentabilidad y dejábamos de lado otros criterios. Pero a raíz de la crisis hemos visto que nuestras decisiones económicas de ahorro, de consumo, de inversión, de emprendimiento tienen un impacto en la sociedad y en el medio ambiente”.

La inversión de impacto social significa invertir en proyectos y empresas que tienen como misión producir un impacto en la sociedad o en el medio ambiente, de manera sostenible, y además buscando rentabilidad.  Según un informe de la Global Impact Investing Network, en el mundo hay más de 77.000 millones de dólares invertidos en este tipo de activos y cada año esta cantidad crece alrededor de un 16%. Además, la inversión de impacto social es transversal puesto que afecta muchos sectores como el financiero, tecnológico, sanitario, educativo, alimentario, entre otros.

Según este informe, el perfil del inversor de impacto social también es muy variado. Los hay que buscan rentabilidad de mercado, otros quieren una combinación de rentabilidad e impacto y, finalmente, hay inversores que solo buscan impacto social. “Lo interesante es ver que la rentabilidad y el impacto social se pueden unir”, asegura el director de la Bolsa Social.

Aparte de la irrupción de la inversión con impacto social, José Moncada ha destacado la llegada al mercado de las fintech, las tecnologías aplicadas a las finanzas, y en concreto la financiación participativa o el equity crowdfunding. “Surgen plataformas que lo que hacen es democratizar la inversión y lo que antes estaba reservado a business angels o fondos de inversión ahora se abre a todo el mundo, puesto que a partir de 500 euros se puede invertir en empresas de impacto social”, ha comentado.

El año pasado se canalizaron 400 millones de euros en Europa a start-ups y pymes, economía real que crea riqueza y empleo, una cifra que supone cuadriplicar la inversión que se destinó en 2015. “Lo que muestra que cada vez más personas utilizan estas plataformas de financiación participativa para tomar sus decisiones de inversión”, según el director de la Bolsa Social.

En este Encuentro de la Bolsa Social también ha participado Manuel Lencero, CEO de UnLtd Spain y pionero del ecosistema del emprendimiento de impacto en España. UnLtd Spain es una organización que llega a España en 2013 ante la necesidad de crear un ecosistema de emprendimiento social que facilite la creación y desarrollo de empresas que, además de generar beneficios, quieran realizar un cambio positivo en la sociedad. El objetivo de la organización es impulsar una transformación social dando una mayor visibilidad a personas con talento y compromiso a través de programas de apoyo a emprendedores sociales.

“En los últimos tres años hemos creado 40 compañías y nos encontramos que el 76% de las start-ups sobreviven después de tres años, han multiplicado por 8 su cifra de negocio, casi por 10 los puestos de trabajo generados y han impactado positivamente a más de 350.000 personas”, ha detallado Manuel Lencero. “Creamos compañías humanas que están al servicio de la generación del bienestar y de la protección del planeta y que es lo que hacían las compañías hace un siglo y medio. Ahora las compañías no tienen este enfoque. Nosotros apostamos por compañías rentables en lo económico y en lo social”, ha añadido.

Nuevas campañas de equity crowdfunding 

Coincidiendo con el encuentro, ayer se presentaron a los potenciales inversores tres nuevas campañas de crowdequity a través de la Bolsa Social para tres empresas que quieren mejorar la vida de las personas y el medio ambiente: AuaraBraibook y Mercatrace.

Auara es una joven empresa que dedica el 100% de sus dividendos a financiar proyectos de potabilización del agua. Desde su lanzamiento, el pasado mes de agosto, ha vendido 250.000 botellas de agua mineral a empresas como El Corte Inglés, Viena Capellanes, KPMG o Google. Y su botella es la primera en Europa de plástico 100% reciclado. La empresa ofrece a sus socios un pacto de recompra con una rentabilidad potencial de entre el 5% y 14%.

Braibook es un dispositivo que traduce al código Braille cualquier documento digital, desde el móvil o el ordenador. Su innovación es su pequeño tamaño, su precio y su facilidad de uso, con las que la empresa quiere que las personas con discapacidad visual accedan de forma masiva a la lectura en todo el mundo.  

Mercatrace es una plataforma que permite al consumidor conocer el recorrido de los alimentos, desde su origen hasta el carro de la compra. Su plan es convertirse en una herramienta universal para gestionar la trazabilidad e impulsar la transparencia en el consumo de alimentos. Su fuerte, un equipo multidisciplinar con larga trayectoria en el sector agroalimentario, tecnológico y de marketing.   

 

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