17/02/2017 08:10:00

¿Por qué escasean las mujeres directivas?

La desigualdad de género de las empresas impide a las mujeres ascender

La discriminación es una práctica habitual en el mundo de la empresa que afecta especialmente a las mujeres. Salarios más bajos a los de sus homólogos masculinos y dificultades para compatibilizar la vida personal y la carrera profesional se acentúan cuando se trata de puestos de responsabilidad. Así lo revela un artículo publicado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que revela los datos que demuestran que hay muy pocas mujeres directivas, que cobran menos que sus colegas masculinos y que, a menudo, se sienten discriminadas por la empresa y por la sociedad.

Una investigación sobre la presencia de la mujer en la dirección de las empresas, llevada a cabo por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA), concluye que las mujeres ocupan sólo el 10% de los cargos de alta dirección en las empresas. En la misma línea, el estudio de ESADE «Gender Monitor» señala que 7 de cada 10 directivas creen que las empresas dan trato de favor a los hombres en el ascenso a puestos de alta responsabilidad.

Otro ejemplo de la escasa igualdad que existe en el ascenso profesional de la mujer son los datos registrados por Mercedes Wullich, directora del portal web Mujeres&Cia, quien asegura que “sólo el 14% de las mujeres llega a puestos de relevancia en los consejos de administración de las empresas, y el 22%, a puestos directivos, pese a concentrar el 80% del poder de consumo”.

Laura Lamolla, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), asegura que, «si las sociedades y las organizaciones son diversas, la alta dirección también debe serlo». Sin embargo, la realidad es otra. Los estereotipos de género, la dificultad para trabajar en empresas que promuevan la conciliación y la tendencia a autoexcluirse, explican a menudo que el número de mujeres directivas sea escaso.

Equidad en los procesos de selección

Rimbau añade que también hay investigaciones que señalan que «las mujeres que desean ocupar puestos en cargos directivos a menudo chocan con el llamado 'techo de cristal', una barrera invisible que les impide el avance en los roles de mando, especialmente en los máximos niveles jerárquicos».

Sin embargo, a pesar de las dificultades, algunas mujeres consiguen llegar a puestos de alta dirección, pero cuando están, se les exige más y se las valora peor. «Las mujeres suelen ser más democráticas o participativas, mientras que los hombres suelen ser más autocráticos o directivos», explica Rimbau.

«Un hombre debe hacer menos que una mujer para demostrar su capacidad -recalca Viladot-, y tiene más margen de error que una mujer antes de que se le impute una falta de capacidad. Las mujeres suelen ser más democráticas o participativas en su forma de gestionar, mientras que los hombres suelen ser más autocráticos o directivos».

Soluciones desde las empresas

Para incentivar la presencia femenina en los puestos de responsabilidad, las expertas señalan que habría que mejorar los permisos parentales, velar por la equidad en los procesos de selección y ascenso y promover unas organizaciones menos competitivas. Para Viladot, el hecho de que tanto los padres como las madres cuiden a los hijos e hijas cambiaría los roles y las expectativas para cada género. 

Rimbau, por su parte, defiende la necesidad de «promover culturas más colaborativas que competitivas, recompensar el trabajo en equipo y las conductas de apoyo, crear programas de mentoría y de trato equitativo para la progresión académica de las mujeres». Además, señala que habría que incrementar el apoyo a la conciliación entre el trabajo y la vida personal, «utilizar técnicas de selección que evitan el sesgo de género» y fomentar «la equidad en la selección y la evaluación del desempeño» de las tareas directivas.

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