05/01/2017 06:02:00

La tecnología ayudará a la agricultura a usar hasta un 30% menos de recursos

Se prevé que para 2030 se necesitará un 50% más de alimentos

Para 2030 se prevé que la necesidad de alimentos habrá aumentado un 50%; para entonces la población mundial alcanzará los 8.500 millones. Además, este aumento vendrá acompañado de un crecimiento de los ingresos medios y del nivel de vida. Bajo esta premisa, el agricultor se va a convertir en el verdadero protagonista de la próxima revolución tecnológica. No sólo habrá que producir más, sino que recursos como el agua, el suelo de cultivo o la energía serán cada vez más limitados. El cambio climático, a su vez, provoca que haya que minimizar las emisiones de CO2 en el campo y si es posible incluso capturarlo.

El reto de la sostenibilidad agrícola es de tal magnitud que implica los esfuerzos de todos los agentes sociales y es uno de los principales focos del trabajo de Naciones Unidas. "La ONU ha establecido hace un año su Plan de Acción para el Desarrollo Sostenible, fijando 17 Objetivos (ODS), que se caracterizan primero por que la universalidad de la agenda es mucho más clara. Es evidente que los problemas sobre todo los medioambientales y sociales son universales y afectan también a los países desarrollados. Otra característica es la introducción del rol de la empresa privada en la solución de estos retos. Por último, sobresale la transversalidad de los objetivos ya que si trabajamos en mejorar la eficiencia de los sistemas de riego, estamos impactando en el medio ambiente pero, también en la calidad de vida de las personas", ha explicado Cristina Sánchez, directora de Innovación y proyectos del Pacto Mundial durante el foro 'Agricultura, Agua y Desarrollo Sostenible' que ha tenido lugar en La Razón.

Y es que la satisfacción de las necesidades alimentarias se apoyará necesariamente en la cultura del regadío, que hoy en día demanda en torno a un 70% de los recursos hídricos y ocupa un 20% de la superficie mundial.

"En términos nacionales, el orden de magnitud es 18% de superficie regada y el uso de recursos hídricos está entre el 70 y el 80%. Sólo de ese 18% de superficie de regadío depende el 50% de la producción de alimentos", ha explicado Emilio Camacho, catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Córdoba.

También hay que pensar que hacia 2050 más del 40% de la población mundial vivirá en cuencas con estrés hídrico, mientras que el cambio climático aumentará en más de un 20% los requerimientos de agua. En este contexto, España es un país que merece una especial atención en otras cosas porque se prevé un descenso del volumen de precipitaciones de hasta un 24 por ciento tanto en invierno como en verano en las próximas décadas.

Los agricultores tienen, por tanto, una de las mayores responsabilidades en el futuro y es dar de comer al resto de las personas. Y para salvar el reto de producir más con menos recursos parece necesario que se apoyen en las TIC. "Cualquiera de nosotros necesitamos a los agricultores tres veces al día. Durante un ciclo de cultivo anual, cada uno de ellos toma unas 40 decisiones en un entorno complicado y abierto. Gracias al manejo del Big Data se pueden obtener datos con un aparato en la propia cosechadora o en el tractor. Los datos de diferentes sensores, junto a otros de satélite, se analizan con complejos algoritmos y se ofrecen de forma sencilla en una aplicación móvil, con el fin de ayudar al agricultor en la toma de decisiones. Hoy en día un tractor lleva más tecnología que un coche de alta gama", en opinión de Carlos Vicente, director de Asuntos Corporativos de Monsanto España y Portugal.

Unos lo llaman plataformas tecnológicas, otros agricultura digital o smart, aunque lo cierto es que las TIC se presentan como el factor clave de la que dependerá la buena gestión agrícola a nivel mundial. "La incorporación de las TIC lleva unos cinco años, aunque va a suponer un cambio de paradigma, ya que se estima que puede mejorar hasta un 30%el uso de los recursos y que conseguirá aumentar la productividad en torno a un 20%", explica Camacho.

Uno de los retos de futuro para conseguir la incorporación masiva de la tecnología en las explotaciones agrícolas (a día de hoy hay poco nivel de penetración) es que la agricultura empiece a verse de forma empresarial, se profesionalice y consiga, incluso, ser atractiva para los millenials.

"No hay que olvidar que la agricultura tiene que ser sostenible social, medioambiental y económicamente; el agricultor tiene que ganar dinero y ser competitivo. Actualmente se está despoblando el territorio rural, y se prevé que poco a poco se irá reduciendo la superficie cultivable en los países desarrollados. Las empresas tenemos la obligación de ayudar al agricultor y es que muchas veces la tecnología va por delante de lo que pasa en el campo", explica Javier Borso, director de Mercado de Regadíos de Suez Spain.

 

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