De ahí que Ecovidrio haya elaborado un decálogo de consejos para conseguir un verano sostenible, 10 reglas de oro que además nos harán ahorrar dinero:
Los espacios naturales no son un basurero: una playa, un río, el monte, un parque natural, etc. Sea cual sea el lugar que elijamos, no arrojemos basura ni ningún resto, por pequeño que pueda parecernos. En su lugar, guardar los residuos hasta que lleguemos a una zona de contenedores, y si se reciclan, mejor que mejor.
Tener cuidado con nuestros actos: no hay que realizar ninguna actividad que ponga en peligro el entorno, como arrojar una colilla que pueda convertirse en uno de los más de 200.000 incendios forestales registrados en España en la úlltima década.
En verano, también las tres erres: Reducir, es decir, emplear solo lo realmente necesario, comprar de forma responsable; Reutilizar para alargar la vida de los productos; y Reciclar para reaprovechar los materiales.
Elegir algún lugar de turismo sostenible: el componente ecológico debería estar presente para elegir un destino de vacaciones. Los establecimientos hoteleros y rurales ecológicos ofrecen todo tipo de propuestas lúdicas y respetuosas con el medio ambiente. Por ejemplo, la página web SoyEcoturista.com ofrece un buscador donde puede elegirse el espacio natural y el tipo de iniciativa de turismo ecológico que nos apetezca realizar.
No desperdiciar la comida: En primavera y verano se desperdicia un 9,4% más que en otoño e invierno, según el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA), que señala que en 2015 los hogares españoles desecharon semanalmente 25.500 toneladas de alimentos. Organizar bien la lista de la compra, guardar bien los alimentos para que no se deterioren, o pedir la comida sobrante cuando vamos a un restaurante son gestos sencillos que pueden reducir este problema.
Tomar la iniciativa: formar parte de algún programa de voluntariado para recuperar o conservar espacios naturales, o apuntarse a cursos medioambientales, son dos maneras de contribuir a la sostenibilidad de forma activa durante el verano.
Reclamar y denunciar: los ciudadanos que defienden su entorno de forma sostenible no son sujetos pasivos. Cualquier propuesta o sugerencia de mejora ambiental a nuestras instituciones o empresas deberían ser bienvenidas, de la misma manera que cualquier reclamación o denuncia para detectar situaciones que hagan peligrar nuestro entorno. Por ejemplo, si vemos cualquier indicio de incendio forestal hay que telefonear de inmediato al 112 de Emergencias o al 062 del Seprona y dar el mayor número de datos posibles.
Y por supuesto, disfrutar: ser sostenible no tiene que ser visto como una carga o una pesada obligación, sino como un modo de vida positivo para nosotros y para nuestro entorno. Así que en vacaciones disfruta de la naturaleza, de tus amigos y familiares, siguiendo estas 10 reglas de oro.