El 49% de los encuestados manifestó que esto afectó negativamente a su acceso a la educación y el 35% no pudo acceder a los servicios de salud básicos. Las personas procedentes de África y Asia son las que denunciaron los niveles de discriminación más altos, con un 58% y un 45% respectivamente.
De los españoles encuestados, el 23% confesó haber sufrido algún tipo de discriminación durante su infancia. La mayoría de estos casos se debieron a cuestiones de género: mujeres que consideraron que fueron excluidas por el hecho de ser niñas.
La encuesta, realizada a más de 18. 000 personas, es la más grande realizada por Save the Children. La organización investiga por primera vez el impacto de la discriminación en las oportunidades en la vida de una persona.
Además de esta encuesta, dentro de la campaña "Hasta el último niño" la organización ha publicado un nuevo informe que revela que los niños que pertenecen a los grupos discriminados son sistemáticamente ignorados por las administraciones, a pesar de ser los que se encuentran en mayor situación de riesgo. Como consecuencia, la amenaza para su futuro es cada vez peor. "De los 16. 000 niños que mueren cada día por causas que se pueden evitar una proporción demasiado alta pertenece a estos grupos de niños excluidos", alerta la organización.
Algunos de los datos actuales de discriminación en el mundo que publica el informe:
Save the Children denuncia que excluir a los niños debido a quiénes son o dónde viven es una decisión que tiene actores responsables a todos los niveles: en los hogares, en el ámbito local, nacional e internacional.
La organización quiere resaltar casos concretos de discriminación en el mundo:
"La actitud del público y de los gobiernos, así como ciertas leyes, deben cambiar. Además, los grupos excluidos deben tener la posibilidad de participar en las decisiones que afectan, en última instancia, a sus vidas", señala Andrés Conde, director general de Save the Children. "Es imprescindible tomar medidas para reconocer que los niños excluidos existen y para prestarles los servicios a los que tienen derecho. Si no lo hacemos, será imposible que toda la niñez sobreviva y se desarrolle. Ni siquiera en los países más ricos", agrega Conde.
La organización también invita a los líderes mundiales a comprometerse en asegurar tres garantías básicas: una financiación justa —con el fin de que los servicios básicos sean financiados de manera sostenible y sean gratuitos para todos—, igualdad de trato para todos los niños y niñas y rendición de cuentas por parte de los responsables de la toma de decisiones.