30/03/2016 10:01:18

Dos emotivas historias de personas con discapacidad inauguran el proyecto #GrandesProfesionales

A través de la iniciativa, Fundación Adecco demuestra que el talento no tiene etiquetas

En enero de este año, la Fundación Adecco presentó el proyecto #GrandesProfesionales, un espacio que pretende demostrar que el talento no responde a un perfil, sino que reside en todas las personas, independientemente de circunstancias como el sexo, la edad o el hecho de tener un certificado de discapacidad. La iniciativa se inauguró con un Calendario 2016 protagonizado por personas que, a pesar de atravesar especiales dificultades, han destacado por su esfuerzo, actitud y motivación, convirtiéndose en #GrandesProfesionales.

De hecho, cada mes aparece como un vistoso currículum de los participantes, en el que se excluye toda etiqueta (datos personales prescindibles para valorar profesionalmente a las personas y que, sin embargo, hoy en día siguen tomándose en consideración en los procesos de selección, como la edad o el grado de discapacidad). Las historias de estos protagonistas, y de otros futuros, se publicarán en la web http://fundacionadecco.org/grandesprofesionales/.

"Todos ellos han convertido sus dificultades en fortalezas. Su testimonio nos ayuda a abrir la mente, romper barreras y cambiar miradas, cuestión aún muy necesaria para normalizar la diversidad, erradicando estigmas que siguen limitando la competitividad de nuestro país”- comenta Francisco Mesonero, director general de la
Fundación Adecco.

Los dos primeros testimonios

Ramón Rodríguez Carrero y Abbas Termos, protagonistas de los meses de enero y febrero, han sido los primeros en ofrecer su testimonio.

Licenciado en Periodismo y especialista en Marketing de contenidos, Ramón es un joven de 28 años con una discapacidad auditiva congénita que se le desarrolló hace seis. Fue repentino y difícil para él. "No me esperaba que apareciera de forma tan precoz y fue un mazazo, incluso pensé en tirar la toalla y excluirme del mercado, dando por hecho que no podía trabajar”.

Sin embargo, algo en su interior le hizo darse cuenta de que tenía que reaccionar. "Poco a poco, fui notando que cuanto menos me exigía, menos sentido tenía mi vida. Comprendí que asumiendo responsabilidades era más feliz". Ramón ha salido muy fortalecido de ese "mazazo", convirtiendo la discapacidad en su mayor
baluarte. Pues no sólo le hizo madurar de golpe; sino que ha desarrollado nuevas habilidades para "compensar" su problema auditivo: “Soy muy observador y creo que manejo bien el lenguaje no verbal, algo muy típico en todas las personas con mi discapacidad".

Pero por encima de todo, destacaría de sí mismo sus ganas de superarse. "He comprendido que tengo que hacer lo que pueda con lo que tengo y eso me produce unas ganas de superarme bestiales. La opción de llevar una vida tranquila, con las ayudas del Estado, es gratis; quizás luchar no lo sea, pero creo que sí sale muy barato"- afirma. Actualmente, Ramón trabaja como responsable de Marketing en Sanitas.

'Mi discapacidad me salvó la vida'

Abbas Termos es libanés y tiene 38 años. Hace 17, sufrió un fatídico accidente en un río dondehacía barbacoa con sus amigos. “A ver quién salta desde más alto y no toca el suelo”. Practicaban este macabro juego cuando nuestro protagonista vio un árbol, a unos 3 metros sobre el suelo, desde el que, pensó, sería impresionante lanzarse. Así lo hizo. Saltó una, dos y hasta tres veces. Iba a hacerlo una cuarta cuando un amigo le dijo algo que no puede recordar. Al girarse para responder, resbaló de la escurridiza rama y cayó hacia atrás, de cabeza, y sin margen de reacción. Antes de poder darse cuenta, había colisionado con el fondo del río… cuando despertó, volvió a nacer, a los 21 años.

"Dios me dio otra oportunidad. Siempre estaba metiéndome en problemas y si seguía con el estilo de vida que llevaba, me hubiera acabado muriendo de un modo u otro. Era la silla o la muerte y Dios optó por lo primero. En cierto modo, el accidente y mi discapacidad me salvaron la vida", comenta emocionado.

Aunque el camino no fue nada fácil, pues de golpe, perdió su autonomía y sus amistades. Sin embargo, con el tiempo y con mucho esfuerzo, Abbas se ha convertido en una persona nueva, que valora mucho más lo que tiene. Aunque no le dieron apenas esperanzas, ahora es autónomo para realizar sus tareas diarias, se ha casado y es padre de 2 hijos. Actualmente Abbas aporta su talento en Indra, empresa líder en el sector tecnológico.

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