“Se han prometido más de 10.000 millones de dólares, más de la mitad [de esa cantidad] para satisfacer las necesidades inmediatas en 2016. Doy las gracias a todos los participantes por su generosidad y solidaridad para apoyar a los sirios que afrontan un sufrimiento horrible y prolongado”. Además Ban Ki-moon agregó que esos recursos permitirán que los trabajadores humanitarios sigan llevando ayuda vital a millones de personas.
Ban explicó que las aportaciones y créditos para el largo plazo harán posible la labor de las agencias humanitarias y de desarrollo para que los niños regresen a la escuela, para implementar programas de empleo y para empezar la reconstrucción de infraestructuras.
Destacó también el compromiso hecho por Jordania, Líbano y Turquía de abrir sus mercados de trabajo a los refugiados e incorporar a 1,7 millones de niños sirios a sus sistemas de educación.
El titular de la ONU encomió a los gobiernos de Jordania, Líbano y Turquía por dar más peso a la solidaridad que al miedo. Asimismo, subrayó el compromiso de los participantes en la Conferencia de usar su influencia para poner fin a los sitios y a otros abusos de los derechos humanos en Siria. “Lo que ayudará más al pueblo sirio no será sólo la comida para hoy sino la esperanza para mañana”, puntualizó Ban.