Por otro lado, Barcelona y Madrid son las dos únicas ciudades españolas evaluadas en el estudio. La capital catalana figura en la 6ª plaza, mejorando tres puestos en relación al año pasado, mientras que la capital de España se sitúa en la 21ª plaza, once puestos por encima que en 2014.
“La reputación de una ciudad se construye a partir de la experiencia directa, la imagen que reflejan los medios de comunicación, los apoyos de terceros y los estereotipos socialmente aceptados”, afirma Fernando Prado, socio director de Reputation Institute Iberia y Latinoamérica. “En este sentido, la información de nuestro City RepTrak resulta esencial para los responsables políticos de una ciudad, pues sabemos que la reputación correlaciona de manera directa con el incremento de la llegada de turistas, el acceso a los mercados de capitales en condiciones favorables o la atracción de talento”.
A diferencia de otras ediciones del estudio, este año se han registrado numerosas incorporaciones en el top ten de su ranking. Es el caso de Melbourne, Estocolmo, Edimburgo, Génova y Copenhague. Por otra parte, Europa sigue siendo el continente con más ciudades entre las veinte con mejor reputación, hasta un total de quince. Llama igualmente la atención que la primera ciudad estadounidense sea San Francisco, en la 24ª posición.
La reputación de Barcelona mejora 2,8 puntos porcentuales en 2015, ascendiendo tres puestos en top ten del ranking, hasta la sexta plaza. Además, Barcelona presenta un perfil reputacional muy homogéneos, sin desequilibrios significativos a favor de alguna de las tres dimensiones reputacionales. “Barcelona tiene un sólido posicionamiento internacional, una marca que las autoridades de la ciudad siempre han gestionado en base a una estrategia a largo plazo, nunca de manera coyuntural, como es el caso de otras ciudades españolas. Sin duda, este hecho explica mucho mejor la posición de Barcelona en el ranking de 2015 que cualquier otra circunstancia puntual”, puntualiza Fernando Prado.
Barcelona mejora, con respecto a 2014, en las tres dimensiones analizadas y, además, de manera significativa. Destaca, en especial, el incremento de 7 puntos porcentuales en la dimensión Calidad Institucional. El balance de la serie histórica 2011-2015 es igualmente positivo y todo parece indicar que el bache en la percepción de la ciudad registrado en 2013 (23ª posición) parece definitivamente superado.
A nivel de atributos, la mejora en relación a un año atrás es también general, con avances que en la mayoría de las 13 variables evaluadas oscilan entre el 5 y el 8,5%. Sus líderes, la estabilidad financiera, su bienestar social y su entorno político social son la variables de su reputación mejor percibidas por los encuestados. El contrapunto lo pone la evolución de dos variables en la serie histórica 2011-2015, que continúan en rojo, si bien con una marcada tendencia a reducirse (el entorno económico de la ciudad y su condición como sede empresarial de importantes multinacionales, sin duda como efectos colaterales de la crisis económica).
“Aunque la reputación de Barcelona se ha defendido muy bien durante la crisis, también ha acusado sus efectos, en especial en la percepción del entorno económico de la ciudad, que sigue estando por debajo de los niveles previos al inicio de la crisis. En términos globales, la reputación de Barcelona presenta un problema subyacente, como es su halo emocional positivo, que se manifiesta cuando el atractivo emocional que despierta una ciudad es superior a la evaluación racional del conjunto de los atributos de su reputación. Si este halo positivo no se gestiona adecuadamente puede acabar generando un riesgo reputacional por una sobrevaloración de las expectativas puestas en la ciudad”, concluye Fernando Prado.
La reputación de Madrid toma impulso en 2015. Tras cuatro años convulsos, desde 2011 a 2014, en los que la percepción internacional de la capital de España no hizo sino perder enteros y puestos en el escalafón, pasando del 20º al 32º, la luz al final del túnel comienza a verse con nitidez. Lo suficiente como concluir que lo peor ya ha pasado.
Además, se trata de un avance global, con incrementos en las tres dimensiones evaluadas. Así, Calidad de vida sube 7 puntos porcentuales, 3 puntos Nivel de desarrollo y 2 puntos Calidad institucional. A nivel de atributos, los mayores avances se registran en Estilo de vida (+6,9%), Estabilidad financiera (+6,8%) y Entorno económico (+5,5%). Aun así, los estragos de la crisis económica siguen pasando factura en el balance general de la percepción de Madrid desde que Reputation Institute comenzó a medirla en 2011. De los 13 atributos analizados en el estudio solo cinco están en niveles superiores a los de aquel año, mientras que el resto se encuentran en negativo. Con todo, la recuperación parece firme, hasta el punto de que Madrid es la quinta ciudad de las cien incluidas en el City RepTrak que más puestos asciende en el ranking de 2015, únicamente superada por Praga, Singapur, Seúl y Santiago de Chile.
“Madrid ha hecho un notable esfuerzo en el último año para mejorar su percepción internacional”, afirma Fernando Prado, socio director de Reputation Institute en Iberia y Latinoamérica. “Y los resultados saltan a la vista, como recientemente confirmaba el informe de agosto de Frontur, al señalar a Madrid como la comunidad española con un mayor aumento interanual de turistas internacionales (+15,1%), o la mejora de su calificación crediticia de BBB a BBB+ por Standard & Poor’s”.
