Gracias a estas ayudas, se podrán llevar a cabo diferentes proyectos de investigación. Por ejemplo, investigadores de la Universidad de Valencia analizarán, en base a su herencia genética, qué personas responden mejor a una dieta baja en calorías o a la práctica de ejercicio a la hora de reducir peso. Por su parte, un equipo de la Universidad de Alcalá de Henares podrá evaluar el tipo de alimentación que tienen los residentes del distrito madrileño de Villaverde con el fin de modificar conductas alimentarias que ayuden a mejorar su salud. Y la doctora Laura García, responsable de la Unidad de Mama del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, podrá analizar la relación entre el ejercicio físico y el cáncer de mama triple negativo, uno de los tumores más agresivos y que requiere más investigación.
También las entidades comprometidas con la difusión de la cultura aseguradora, la previsión social y la prevención de accidentes han sido reconocidas por estas ayudas. Es el caso del Servicio Provincial de Prevención y Extinción de Incendios de Cáceres, que gracias a la beca obtenida desarrollará un programa educativo para enseñar a estudiantes de educación primaria las medidas básicas para prevenir un incendio, dentro y fuera del hogar; y el Colegio de Tamaulipas, organismo público mexicano que en la actualidad estudia cómo trasladar a la sociedad de este país la importancia de planificar el ahorro de cara a la jubilación.
En cuanto a la Beca Primitivo Vega, que reconoce un trabajo científico en el área de atención a las personas mayores, se ha concedido en esta ocasión a Carles Codina, del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi Suñer, por un proyecto relacionado con el diseño y desarrollo de una aplicación de teléfono móvil que permite introducir el plan de medicación de un paciente, avisarle de sus tomas y saber si se ha olvidado o no de las mismas.
A esta convocatoria se han presentado 460 proyectos relacionados con estas materias.
