05/12/2014 08:17:48

Acción Contra el Hambre refuerza su plan de actuación contra el ébola en Guinea

Con más formación a personal sanitario, apoyo al seguimiento epidemiológico de contactos y sensibilización para la prevención

El Gobierno Guineano lanzaba un nuevo llamamiento en el mes de septiembre pidiendo apoyos en su lucha contra la epidemia a corto plazo y sus efectos a medio y largo plazo en términos de salud y seguridad alimentaria. Más de 15.900 casos reportados y casi 7.000 muertes en total, hacen de este brote el más virulento de la historia. En concreto en Guinea, el número de casos supera ya los 2.000 y se han producido más de 1.200 muertes.

Tras el descenso en el número de casos registrados semanalmente que se produjo al inicio del verano, la transmisión de la enfermedad ha experimentado un segundo pico que duplica el número de casos semanales de la primera fase. “Aunque parezca increíble, existe todavía resistencia en sectores población a creer en la enfermedad y a tomar medidas básicas de prevención lo que está propiciando la propagación del virus. Es por ello que el trabajo enfocado a sensibilizar sobre prevención es estratégico para pararlo”, subraya Susana dos Santos, Directora de Acción contra el Hambre en Guinea.

En esta línea, la intervención de Acción contra el Hambre se centrará por un lado en la formación de personal sanitario, colectivo especialmente afectado por la epidemia, y agentes comunitarios de salud para la detección y manejo de posibles casos de ébola, así como en su papel como sensibilizadores de la población en medidas de prevención. Otros colectivos con alta incidencia del brote, como transportistas, y referentes comunitarios, como asociaciones de jóvenes y mujeres o líderes religiosos, participarán también en sesiones específicas de sensibilización en las que se distribuirán además kits de higiene y desinfección (cubos, jabón y cloro).

Por otro lado, Acción contra el Hambre dará apoyo técnico y logístico a la red de seguimiento de contactos, otro de los puntos clave para frenar la propagación de la enfermedad al permitir aislar rápidamente los casos y evitar nuevos contactos. Presente en el país desde el año 1995 con proyectos de nutrición, seguridad alimentaria y agua y saneamiento, Acción contra el Hambre inició su respuesta de emergencia el pasado abril, tras la declaración de la epidemia en Guinea, primer país afectado por el ébola. Más de 11.000 ciudadanos han participado ya en las sesiones de sensibilización sobre medidas de prevención y se han reforzado los conocimientos y capacidades de más de 200 profesionales y agentes comunitarios de salud. Acción contra el Hambre está también presente en Sierra Leona y Liberia desde hace años, y en ambos países ha puesto en marcha igualmente acciones de emergencia para prevenir la propagación del virus y sus efectos.

Liberia: efectos de la epidemia en la desnutrición

Con el cierre de muchos centros de salud y la falta de personal médico, los niños que sufren desnutrición son parte de las víctimas colaterales de la epidemia de ébola que está haciendo estragos en Liberia desde el mes de abril. Aquéllos que sobreviven al virus, quedan en una situación de extrema vulnerabilidad y necesitan apoyo directo de los centros de tratamiento de ébola. Liberia tiene una de las tasas de mortalidad materna e infantil entre las más altas del mundo. El 44% de las muertes de niños menores de cinco años están asociadas con la desnutrición, que afecta también a las mujeres embarazadas. Entre enero y junio de 2014, los equipos de Acción contra el Hambre, en apoyo al Ministerio de Salud, han atendido a casi 2.300 niños con desnutrición aguda severa.

Escenario a medio plazo: el ébola podría causar 700.000 nuevos hambrientos

En un informe realizado junto a la Universidad Federico III de Nápoles hecho público este mismo mes, Acción contra el Hambre alerta del impacto de la epidemia en términos de seguridad alimentaria y desnutrición en los tres países más afectados. En el peor de los escenarios, el número de personas expuestas a la desnutrición llegará a niveles que no se han visto desde hace cinco o seis años, pulverizando los avances realizados en este periodo. Según este modelo, se estima que en 2015 al menos 700.000 personas se sumarán a los más de 5 millones que ya viven amenazados por la inseguridad alimentaria en los tres países. La crisis económica causada por la reducción de los ingresos a nivel nacional e individual se verá acentuada por los efectos de las cuarentenas y las restricciones a la movilidad derivadas de la enfermedad. La reducción de ingresos, de movimientos comerciales y de las importaciones aumentará los precios de los productos alimentarios, más escasos por el efecto de la epidemia afecta en el periodo de siembra y el ciclo de producción agrícola.

 

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