"Los resultados son alarmantes. A medida que el planeta se calienta más, olas de calor y otros fenómenos meteorológicos extremos -aquellos que suceden una vez cada 100 años- se convertirán la nueva 'normalidad', un mundo aterrador que entraña un mayor riesgo e inestabilidad. Las consecuencias para el desarrollo mundial serías más severas, ya que el rendimiento de los cultivos iría en declive, las enfermedades transmisibles se mudarían a nuevas áreas geográficas y los niveles del mar subirían", dijo.
"Sabemos que la climatología extrema ya es una realidad en algunas zonas y está afectando en este momento a millones de personas. Un ejemplo son los cinco o seis pies de nieve que acaban de caer en Buffalo. Las temperaturas son hoy 1,5 ºC superiores a las preindustriales y esto significa que algunas consecuencias del cambio climático, tales como episodios de calor extremo, ahora son, simplemente, inevitables", alamó Kim.
El Banco Mundial, que tradicionalmente ha sido uno de los principales financiadores de proyectos de combustibles fósiles y ha sido acusado de cómplice del cambio climático, ha decidido tomar cartas en el asunto. "Vamos a tener que concentrar toda nuestra energía en avanzar hacia formas de energía renovables y más limpias. Pero por otro lado, creemos firmemente que los países más pobres tienen derecho a la energía y sabemos que hay maneras de asegurar que la energía solar y eólica lleguen a esos lugares y sirvan de punto de partida para la industrialización de estas zonas", dijo Kim.
A modo de conclusión, el actual presidente del Banco Mundial explicó que hasta ahora, "las apuestan nunca han ido más allá, pero la situación ahora, donde las emisiones crecen y crecen sin control, es insostenible. De ahí que tomar ahora las riendas sea priorirario, aunque sea costoso, porque quedarse de brazos cruzados sería, definitivamente, fatal".