Tokio había previsto la construcción en 2015 de depósitos para albergar residuos de la central de Fukushima en varias localidades cercanas, pero el proyecto se vio obstaculizado por la falta de acuerdo con las autoridades locales sobre el lugar exacto sobre donde se situarían. "Ha sido una decisión dura pero aceptaré la construcción", explicó el gobernador de Fukushima, Yuhei Sato. Unas instalaciones que considera claves para recuperar y descontaminar la zona.
Será a partir de enero cuando se empiecen a construir los almacenes nucleares en las localidades de Okuma y Futaba, cercanas a la central, y que afectarán a unos 2.000 propietarios de terrenos. Muchos de ellos se niegan a vender y a aceptar las condiciones, informa La Vanguardia.