Entre las medidas adoptadas, Apple exige a todos los proveedores que se ajusten estrictamente a las Especificaciones sobre Sustancias Reguladas , un documento que, por vez primera, Apple hace público en la web. “Estamos comprometidos a eliminar las toxinas de nuestros productos y procesos. Porque todo el mundo tiene derecho a un producto seguro y un ambiente de trabajo seguro”, asegura la responsable de Medioambiente en Apple, Lisa Jackson, en un comunicado.
Apple publica también hoy los resultados de una investigación de cuatro meses sobre el uso de sustancias químicas como el benceno y n-hexano en las instalaciones de montaje y ensamblado de la compañía. Unos análisis realizados por equipos especialmente entrenados, en cada una de las 22 instalaciones de montaje final de la compañía, en los que no han encontrado evidencias de uso generalizado de benceno o n-hexano, y tampoco han encontrado evidencias de que se haya puesto en riesgo la salud y seguridad de los trabajadores, según informa la compañía.
A partir del 1 de septiembre, Apple prohibirá de manera explícita el uso de benceno o n-hexano en productos de limpieza y desengrasantes en sus procesos de montaje y ensamblado final. También obligará a que las instalaciones que realizan procesos de montaje y ensamblado final realicen análisis independientes sobre todos los productos de limpieza y desengrasantes antes de su uso en producción.
La compañía sigue empeñada en hacer un mejor uso de sustancias "verdes" invirtiendo en la investigación de nuevos materiales y tecnologías. En este sentido, Apple creará un consejo asesor compuesto por expertos en productos químicos seguros y en prevención de la contaminación, y va a convocar mesas redondas con las partes interesadas con el fin de buscar los mejores hallazgos científicos, datos y soluciones.
