Porque estas cifras son reales "y se reflejan en nombres, caras y manos que luchan por salir adelante. Miles de niños en este país nos han dado una de las mayores lecciones de nuestra vida: nunca rendirse", explican. Y los periodistas no se refieren a ganar una medalla de oro, sino a conseguir finalizar el día y ver empezar otro. "Nosotros tuvimos la suerte de compartir momentos mágicos de la mano de Acción contra el Hambre, que nos mostró la realidad de los niños de Mali", añaden, donde los niños llegan moribundos a los centros de nutrición y de los que consiguen salir días depués con una sonrisa en su cara y en la de sus madres.
Después de este viaje Carreño y Ponseti no quieren dejarlos solos ni que este círculo vicioso se vuelva a repetir. "Y por eso tenemos un reto: ni un solo niño más con desnutrición en Mali ni en el mundo. Pero necesitamos esa tenacidad que acompaña al esfuerzo del deportista que se supera día a día. Te necesitamos a ti. Ayúdanos a conseguirlo", piden los dos periodistas.