Reemplazar empleados por becarios o encadenar prácticas para aumentar la experiencia laboral son fenómenos extendidos. Según informa El País, esta situación preocupa a la Comisión Europea porque deja margen a prácticas cuestionables y abusos, especialmente para los becarios más jóvenes y sin convenio. El estudio considera que se ha creado “un doble mercado laboral”, y que muchos jóvenes se ven atrapados en una serie de trabajos precarios o prácticas sin fin.
Para evitarlo, la Comisión Europea pide que deben realizarse inspecciones y controles, prevenir las becas sin convenio así como un marco legislativo que defina las características de las prácticas y mejore las condiciones laborales de los becarios, “que a menudo son extremadamente flexibles (en horas de trabajo, vacaciones, bajas) y no compatibles con las condiciones marcadas por el Estatuto de los trabajadores”. Por otra parte, también se menciona la cuestión de los salarios, a menudo insuficientes en relación a la carga de trabajo.
Aunque los expertos europeos afirman que los periodos de prácticas son útiles, consideran que España debe mejorar su legislación para ofrecer más garantías a los jóvenes, especialmente vulnerables en España dadas las cifras de desempleo juvenil.