Este grupo de monjas adquieren la cuota mínima exigida por la ley para poder presentar resoluciones corporativas en el consejo de una empresa. Una vez que son accionistas, tratan de dialogar con los miembros de la empresa sobre los temas o políticas que consideran inadecuadas. Si no lo consiguen, presentan una resolución; un documento que incluye una demanda y que debe votarse en el consejo de accionistas. Si éste se aprueba, la empresa de ve obligada a incluir la medida en su informe anual. Muchas compañías prefieren evitarse el escándalo público y dialogar con la congregación, que por sus características es capaz de atraer gran atención mediática.
Durante el último año, sus acciones se han centrado en la integración de la RSE en los diálogos de las empresas en las que intervienen. “Nuestra labor en RSE durante el año pasado se fortaleció al saber que lo que hacemos influye en muchas personas, favorece la justicia social, el desarrollo comunitario, el apoyo entre accionistas y, en general, más iniciativas de responsabilidad corporativa”, declaró Nora Nash, directora de Responsabilidad Corporativa de la congregación. El movimiento “Occupy Wall Street” ha apoyado muchas de las acciones de las monjas de Filadeldia en instituciones como Goldman Sachs, Wells Fargo o CitiGroup. Aunque buena parte de sus propuestas no han llegado a buen puerto, las hermanas se dicen muy satisfechas de la labor realizada.
Logros en RSE durante 2011
Algunas empresas, como DuPont, han realizado memorias de sostenibilidad gracias a la presión de las monjas, pero la labor de la congregación va mucho más allá. Además de tratar de preservar los derechos humanos, las hermanas de Filadelfia han trabajado para prevenir el tráfico ilegal de personas en los juegos olímpicos de Londres, para reducir el apoyo involuntario al militarismo de determinadas compañías, disminuir la violencia en los medios de comunicación y los videojuegos, así como numerosas acciones enfocadas a la preservación del medio ambiente. A raíz de ello, Chevron ha implementado un programa industrial para monitorizar las emisiones de gases a la atmósfera y tratar de reducirlas. Exxon Mobil, a quien pidieron que informara de los riesgos a largo plazo de las extracciones de petróleo en Canadá, ha aceptado y se ha comprometido a reducir sus emisiones.
En otras empresas como McDonald’s, Wal-Mart, Macy’s o Procter & Gamble, las monjas han conseguido que se examine la cadena de suministro, especialmente para aquellas que importan productos de países en vías de desarrollo, tratando de evitar la compra de productos derivados del trabajo infantil, la explotación o el tráfico de personas.
Bank of America, CitiGroup, Goldman Sachs o Wells Fargo son algunas de las compañías financieras en las que estas monjas también han intervenido. Consideran que es necesario restaurar la confianza en el sistema financiero, y por ello han instado a estos grupos a ser más transparentes y a trabajar por los intereses de la ciudadanía.
En lo relativo al medio ambiente, la congregación ha tenido una importante influencia en Campbell’s Soup, que ha incluido nuevos programas de agricultura ecológica; Coca-cola, que deberá informar sobre su suministro en determinadas zonas donde la escasez de agua es muy grave; o Heinz, que al principio se negó a colaborar pero actualmente está negociando con la congregación sobre la utilización de una herramienta de control del uso de agua.
El informe anual de RSE de las hermanas de Saint Francis de Filadelfia se puede consultar en su página web.
Ver también: Las monjas impulsoras de la RSE en Wall Street
