Se calcula que un millón de aves y cerca de 100.000 tortugas, además de otros animales marinos, mueren cada año debido a la ingestión de bolsas de plástico que bloquean sus conductos digestivos. Sólo se recicla el 1% de las bolsas de plástico en todo el mundo, y una única bolsa puede tardar entre 15 y 1.000 años en degradarse. Sin embargo, en las costas no sólo se encuentran bolsas de plástico. Los vidrios, latas y millones de colillas que ensucian el litoral también representan un importante peligro para el equilibrio medioambiental de la costa: una sola colilla contamina 8 litros de agua.
“Si de forma particular cada uno de nosotros nos preocupáramos de recoger nuestros desperdicios y no tirarlos al mar o a la arena, nuestro litoral estaría limpio y disfrutaríamos de unas playas y costas sanas”, asegura Theresa Zabell.
Fundación Ecomar tiene previsto organizar más actividades de limpieza de playas durante este año, pues tras más de una década de experiencia, los miembros de la fundación han podido constatar que todos los voluntarios se sorprenden de la cantidad de basura que se puede encontrar y "jamás lo olvidan, se quedan impesionados y tremendamente concienciados. Se convierten en los grandes embajadores de esta causa", dijo Zabell.