02/03/2012 12:20:13

¿Puede un tanque ser 'verde'?

La empresa de seguridad y defensa BAE Systems ha desarrollado un modelo de tanque híbrido

El tanque es un vehículo pensado para la destrucción. ¿Puede un vehículo de estas características construirse según parámetros de respeto al medio ambiente? El ejército estadounidense y BAE Systems consideran que sí. La empresa de seguridad y defensa ha desarrollado un modelo de tanque híbrido que el ejército de los Estados Unidos ya está poniendo a prueba.

Según informa BBC, los nuevos tanques híbrido-eléctricos son más rápidos que sus predecesores diesel, y hasta un 20% más eficientes. Disponen de un motor diesel generador de electricidad incorporado, ya que también pretenden utilizarse como una especie de generador eléctrico en los campamentos militares. Estos tanques híbrido-eléctricos pesan 63 toneladas y pueden transportar a doce soldados, además de ser tan silenciosos que son “idóneos para las maniobras tácticas”. Por ello, y a pesar de que se augura que su precio (entre los 12 y los 17 millones de dólares por tanque) será más del doble de lo que cuestan los tanques actuales, pronto formarán parte del programa de sistemas de combate del futuro que impulsa Estados Unidos.

Pero, ¿hasta qué punto estos tanques híbridos pueden colaborar en la preservación del medio ambiente? En “La contaminación y la guerra”, Cristian Frers expone algunos de los efectos medioambientales de los conflictos bélicos: “El primer efecto medioambiental es el de usar, o mejor dicho inutilizar, enormes superficies de terreno que podrían utilizarse para paliar el hambre […] Los ejércitos modernos requieren unos 55.500 kilómetros cuadrados por cada cien mil soldados en maniobras”. Pero además, dichos terrenos sufren una grave degradación. Se destruye la vegetación, se perturba el hábitat, los vehículos pesados erosionan y condensan el suelo, los campos de tiro contaminan el suelo y las aguas subterráneas con plomo y otros residuos tóxicos, e incluso se pueden llegar a provocar inundaciones. De hecho, en la Guerra del Golfo se produjo una auténtica catástrofe ecológica a raíz del incendio de los pozos petrolíferos o la destrucción de las redes de aprovisionamiento del agua.

Sin duda, un tanque que gaste menos combustible será más económico y más seguro para los soldados, que no deberán transportar combustible con la misma frecuencia. Según declaró el general de brigada retirado Steve Anderson, que fue jefe logístico en Irak, cerca de 1.000 soldados fallecieron mientras transportaban combustible. ¿Puede calificarse de ecológico o de verde a un vehículo que, pese a consumir menos combustible, continúa ocasionando un profundo daño medioambiental para unos propósitos de dudosa moralidad?

En opinión de Miriam Pemberton, investigadora del Centro de Estudios Internacionales en Washington, “como el mayor emisor de gases de efecto invernadero en el mundo, lo que hagan los militares para reducir sus emisiones tendrá un impacto significativo”. En declaraciones a BBC, Pemberton añadió que si además se priorizaran tecnologías que pudiesen transferirse al uso civil, la reducción de las emisiones sería aún mayor.

El ejército estadounidense intenta unirse a la corriente de lo ecológico, pero lo hace de una manera muy particular. Aunque sus tanques híbridos reduzcan el impacto medioambiental de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, esta disminución es tan pequeña que cabría preguntarse si no se trata de un caso de greenwashing. No deja de resultar extraño que la organización militar con mayor poder de destrucción del mundo cuestione sólo las consecuencias medioambientales de una parte de su estructura.

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