Según el informe de la FAO, en promedio cada individuo produce 115 kilos anuales de basura a partir de alimentos en buen estado. El total a nivel mundial se eleva a 1,3 billones de toneladas, dato que aún no incluiría el gasto de energía, agua, químicos y trabajo invertidos y derrochados en producir, transportar y almacenar esa comida destinada al basurero. Así lo informó 'Greenbiz.com' en su portal la pasada semana.
La FAO señala que la cantidad de comida desperdiciada y las razones por las que se desecha difieren en gran medida entre países pobres y ricos.
En los países en desarrollo, una media de 6 a 11 kilos son tirados por persona. En los paises industrializados, en cambio, junto con las porciones extragrandes aparecen las extragrandes cantidades de basura. En Norte America y Europa, anualmente 95 a 115 kilos de comida por persona son arrojados a la basura.
Además, en los países en desarrollo gran parte de la basura tiene lugar en el comienzo y en la mitad de la cadena de suministro de los alimento: debido, por ejemplo, a la limitada tecnología de cosecha, a la falta de lugar de almacenaje o infraestructuras refrigeradas. En lo hogares en cambio, la cantidad de comida desperdiciada es mucho menor.
Nuestro desecho, nuestra responsabilidad
En los países más ricos, el derroche de comida es más bien responsabilidad de los consumidores. Mientras a lo largo de la cadena de suministro se producen pérdidas, la FAO explica que los consumidores contribuyen a este derroche debido, por ejemplo, a estándares de calidad que rechazan productos que no estén en perfecto envasado o con impecable apariencia.
Esa es justamente la basura que se puede evitar: la manzana que no tiene la forma perfecta que es igualmente adecuada para el consumo. Los cereales comprados en exceso que se echan a perder. Yogurt o carne desechados cuando aún son aptos para su consumo, porque la etiqueta dice "preferible consumir antes de... ", fechas que no están reguladas por la FDA y no dicen nada sobre la seguridad de su consumo.
Acabar con este consumo irresponsable es tarea de todos. Los consumidores deben exigir a los productores responsabilidad en la elaboración de los productos, pero también y principalmente, deben asumir una actitud responsable a la hora de comprar, de consumir y de tirar. La conservación del medioambiente es una tarea que involucra a todos y cada uno de nosotros.
