Reportaje

valoraciones de la COP’21 de París

El acuerdo por el clima supone un gran avance pero no es suficiente

18/02/2016 De obligado cumplimiento y con medidas urgentes y a largo plazo para que el incremento de temperatura global no supere los dos grados centígrados en los próximos años. Este era el reto a asumir por la Cumbre de París para ser considerada un éxito por las fuentes consultadas por CompromisoRSE –entidades nacionales e internacionales, empresas, sindicatos y ONG–. La pregunta se formuló antes de la finalización de la Cumbre, por lo que tras su cierre, podemos concluir que el acuerdo cumple con las principales expectativas formuladas, aunque no resulta suficiente para muchos de los expertos.

Tras dos semanas de duras negociaciones entre los 195 países par ticipantes se daba por concluida la Cumbre del Clima de Paris entre vítores, aplausos y explosiones de júbilo entre los presentes. La noche del sábado 12 de diciembre era el propio Ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, el encargado de dar por aprobado el acuerdo resultante de la COP21.

El texto, que ocupa un total de 31 páginas, fue ratificado por 55 países que representan al menos el 55% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, un ranking liderado por China y la India. Se trata, no obstante, de un acuerdo que ha logrado que países desarrollados y emergentes sienten las bases para gestionar una transición a una economía sostenible y baja en carbono, la antesala necesaria para mitigar el progresivo aumento de la temperatura que nuestro planeta lleva acusando varias décadas y que está teniendo efectos devastadores ya no solo en la preservación de la biodiversidad, sino también en la salud humana.

La gran premisa que recoge el acuerdo es lograr que el aumento de las temperaturas se mantenga bastante por debajo de los dos grados centígrados y compromete a los firmantes a "realizar esfuerzos para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 grados en comparación con la era pre-industrial". Un objetivo claro y conciso que disipa las tentaciones de los países firmantes a procrastinar una vez más sus propuestas y acciones de cara a frenar la inercia hacia un progresivo y cada vez más alarmante calentamiento global, algo que sí pasaba muy a menudo con otro tipo de acuerdos más vagos e imprecisos.

Revisión cada cinco años
Para lograr estos objetivos, los países se comprometen a fijar cada cinco años sus objetivos nacionales para reducir la emisión de gases de efecto invernadero. 186 de los 195 países participantes en la cumbre lo han hecho.

El texto establece, asimismo, que los países ricos seguirán ofreciendo apoyo financiero a los países pobres para ayudarles a reducir sus emisiones y adaptarse a los efectos del cambio climático, aunque no hace mención a montos específicos. No obstante, los países ricos ya se habían comprometido a otorgar 100 billones de dólares anuales en financiamiento hasta el 2020.

Aunque no se incluyeron sanciones para los países que incumplan con sus compromisos, sí les compromete a informar sobre sus emisiones y sus esfuerzos para reducirlas, a manera de incentivo para que cumplan.

Más medidas urgentes
Las ONG medioambientalistas fueron las primeras entidades en pronunciarse respecto de la Cumbre. WWF lo hizo a través de Juan Carlos del Olmo, su secretario general en España, quien afirma que "el acuerdo de Paris es un paso importante, pero solo el primero en el camino para frenar el cambio climático". Para él, el texto contiene aspectos muy relevantes, "pero otros vitales han quedado fuera en aras del consenso y tendremos que trabajar muy duro en el futuro para hacerlas realidad".

Del Olmo también se ha dirigido a la clase política española: "Ahora países como España, que sigue quemando carbón y apoyando las prospecciones de petróleo y gas, tienen una gran responsabilidad y pedimos al futuro gobierno que se comprometa de verdad con un modelo renovable 100% y a terminar con el apoyo a las energías contaminantes".

Para WWF, "se necesita aún mucho más para asegurar un camino hacia un futuro de 1,5 °C. Este nuevo Acuerdo debe ser continuamente fortalecido y los gobiernos necesitan regresar a sus países para actuar en todos los niveles, con el fin de cerrar la brecha de emisiones, proveer los recursos necesarios para la transición energética y proteger a los más vulnerables".

No es un acuerdo perfecto, pero sí un paso irreversible
Otra de las que no ha tardado en opinar acerca del acuerdo es Ecodes, quien ha reconocido abiertamente que "no es un acuerdo perfecto, pero supone un paso irreversible hacia una economía baja en carbono". Así, "frente al compromiso de unos pocos que significó el Protocolo de Kyoto, este es un compromiso de todo el planeta. Hay aspectos criticables y que deberán ser corregidos en su implementación, pero este acuerdo y las iniciativas desplegadas al calor de la COP21 por empresas, entidades financieras, municipios, regiones, ONG, etc., muestran que la transición hacia una economía baja en carbono es irreversible", reza Ecodes en un comunicado. Para ellos, "la economía de los combustibles fósiles que conocemos entra en el tiempo de descuento y ya nada será igual".

"Las empresas y países que tienen más intereses económicos en el mantenimiento de nuestro modelo de desarrollo han trabajado todo lo que han podido para menguar la ambición de los acuerdos, pero no han podido frustrar la COP21 y este acuerdo va a significar un antes y un después en la lucha contra el cambio climático", concluyen desde Ecodes.

Sin cambios para los más pobres y vulnerables
Otra de las ONG, en este caso de cooperación internacional, que se han manifestado en relación al acuerdo ha sido Intermón Oxfam. Para ellos, ha logrado el consenso de los líderes mundiales en torno a un objetivo común, pero “no supondrá un gran cambio para los más pobres y vulnerables, que se enfrentan a la cruda realidad del aumento del nivel del mar, las inundaciones y sequías”.

Oxfam Intermón cree que el acuerdo aprobado en París “constituye un hito en la lucha contra el cambio climático, pero no asegura lo necesario para evitar que el calentamiento global llegue a 3°C, ni ofrece la ayuda financiera para que las comunidades más vulnerables se puedan adaptar a
unos patrones climáticos cada vez más erráticos y extremos”.

“El acuerdo es claramente insuficiente para las personas más pobres y vulnerables del planeta. Aunque se ha hecho la vaga promesa de adoptar una nueva meta de financiación climática, no compromete a los países a reducir sus emisiones con la urgencia requerida para detener el impacto del cambio climático, lo que además conllevará un aumento de los costes para la adaptación de los países afectados a largo plazo”, ha afirmado José María Vera, director de Oxfam Intermón.

“Los principales gobiernos del mundo se han unido frente al cambio climático, pero aún queda mucho por hacer. Junto a los millones de personas que se han manifestado en ciudades de todo el mundo, queremos un compromiso claro y que este momento no sea el punto final en la lucha contra el calentamiento global, una lucha para asegurar la seguridad y el bienestar de las comunidades en riesgo”, concluye Vera.

Para Oxfam es vital que los gobiernos propongan nuevos aumentos de la financiación y que hagan propuestas más sólidas para recortar sus emisiones antes de que el acuerdo entre en vigor en 2020. El acuerdo reconoce que es necesario aumentar los fondos para ayudar a comunidades a adaptarse al cambio climático, pero no da detalles sobre cómo se espera cumplir ese objetivo. Únicamente se establece un compromiso de que después de 2020 se fijarán nuevos objetivos colectivos de financiación para 2025. No se incluye un porcentaje o cifra clara de cuánto apoyo se dedicará a la adaptación al cambio climático.

Los compromisos de financiación deberán aumentar, especialmente si no se dan los pasos necesarios para reducir las emisiones. No hay nada en el acuerdo que obligue a los gobiernos a reducir sus emisiones y, por tanto, el objetivo de prevenir el calentamiento global en más de 2°C se complica.

Con el nuevo acuerdo, Oxfam ha calculado que el gasto para que los países en desarrollo puedan adaptarse al cambio climático aumentará hasta 800 mil millones de dólares al año para el año 2050.

El acuerdo reconoce los daños y pérdidas causados por el cambio climático, de hecho se le ha dedicado a este punto un artículo específico en el acuerdo. Sin embargo, es preocupante que también se haya incluido una cláusula de exención de responsabilidades, un punto del cual se deberán estudiar las implicaciones legales.

Por otra parte, el intento de incluir en la parte central del acuerdo referencias a los derechos humanos y a los derechos de las mujeres, que son las más perjudicadas por el impacto del cambio climático, ha fracasado.

Según Oxfam, buena parte de los negociadores que han participado en la cumbre de París han antepuesto los intereses de sus gobiernos por delante de las personas durante las dos últimas semanas. De los países ricos, que son los más responsables del cambio climático, pocos han destacado durante las negociaciones. Todavía es posible que los países decidan aumentar su responsabilidad respecto a las emisiones, pero según el contenido del acuerdo sólo tienen cinco años para hacerlo.

Las economías emergentes como China, Brasil, Sudáfrica o India demostraron mayor liderazgo en los previos a la cumbre que durante las dos semanas en París. Los recortes de emisiones propuestos por estos países fueron uno de los puntos importantes que impulsaron a muchos otros países a sumarse a la iniciativa. Sin embargo, cuando empezaron las negociaciones, rápidamente se situaron en modo defensivo, igual que otros países como Filipinas, Colombia o Perú. Por su parte, la Unión Europea y los Estados Unidos no han sido capaces de ofrecer un paquete con financiación para la adaptación y cobertura de daños y pérdidas, que hubiera podido guiar las negociaciones hacia un acuerdo más sólido.

La próxima estación, ya en 2016, en materia de lucha contra el cambio climático global se producirá el 22 de abril, cuando está convocada por Naciones Unidas una ceremonia para la firma del documento resultante del Acuerdo.

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