Reportaje

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Jornada 2014 Smart & Human Cities retos y oportunidades de las ciudades del futuro

12/01/2015 ¿Cómo pueden mejorar las nuevas TIC el funcionamiento de las ciudades? ¿Cómo impulsar un modelo energético más eficiente? ¿Qué medidas urge tomar para impulsar una movilidad urbana más sostenible? ¿Cómo innovar en los servicios al ciudadano? Son algunas de las preguntas que se respondieron en la Primera Jornada “Smart & Human Cities” organizada conjuntamente por la escuela de negocios IESE y CompromisoRSE. Una jornada que ha abordado qué son las Smart & Human Cities desde el punto de vista de todos los grupos de interés implicados y desde la perspectiva de la diversidad temática.

En un momento en el que la comunidad internacional está debatiendo la nueva Agenda de Desarrollo post 2015, la Oficina de ONU-Habitat en España aboga para que en los nuevos objetivos de desarrollo sostenible que marcarán la agenda futura se incluya un objetivo específico sobre el rol que tienen las ciudades como motores del desarrollo económico. Tal y como afirma la jefa de la Oficina de ONU-Habitat en España, Carmen Sánchez Miranda, “el mundo se ha convertido predominantemente en urbano” y muestra de ello es que mientras a principios del siglo XX la población urbana representaba el 2% del total, se prevé que en el 2050 las ciudades aglutinen hasta el 70% del total de la población mundial. En este sentido, el presidente de la Asociación para la Sostenibilidad y el Progreso de las Sociedades (ASYPS), Luis Jiménez, recuerda que aunque las ciudades ocupan poco más de un 1% del territorio mundial, suman el 80% de las emisiones de CO2, representan el 80% del PIB, consumen el 70% de la energía… “Estamos ante un gran desafío: gestionar de forma sostenible un planeta en permanente evolución, en un mundo lleno y con un creciente consumo de recursos y energía. Además del aumento de población, tenemos una contaminación generalizada, una extinción de especies, un cambio climático, desigualdades crecientes… Estamos ante lo que muchos han llamado la era del cambio global”, afirma contundente Jiménez.

Y en este desafiante escenario, las ciudades tienen unos retos que abordar si quieren garantizar su sostenibilidad. En la actual sociedad digital en la que todos los ciudadanos están hiperconectados, uno de los grandes retos a los que se deben enfrentar las ciudades es involucrar mucho más a las personas. A modo de ejemplo, el responsable de Accenture Digital para Sector Público y Sanidad, Pedro Bruna, apunta que ha cambiado la forma en la que un ciudadano utiliza un parquímetro o realiza una gestión administrativa. Otro reto importante supone la implicación de la industria. “Para ello deben existir unos modelos de negocio con un retorno claro, si no la industria no va a invertir. Lo que estamos viendo es cómo somos capaces de aprovechar la información disponible en las Administraciones para ofrecerla a la industria y que sea capaz de generar nuevos productos y servicios”. Otros retos que deben abordar las ciudades, según Pedro Bruna, son un inevitable cambio en las estructuras organizativas actuales tanto de las compañías como de las propias Administraciones Públicas, así como superar las barreras legales y, sobre todo, de protección de datos gracias al uso del Big Data.

Las ciudades como motores del desarrollo económico
La Primera Jornada “Smart & Human Cities”, organizada conjuntamente por la escuela de negocios IESE y CompromisoRSE, ha abordado casos concretos de ciudades que están apostando por la sostenibilidad y la eficiencia. En este sentido, para el Ayuntamiento de Madrid la ciudad inteligente es aquella que sabe aprovechar la potencialidad que ofrece la revolución tecnológica para crear y ofrecer nuevos servicios que mejoren la calidad de vida. No obstante, según el subdirector general de Promoción Económica y Ciudad Inteligente, Pedro González Torroba, la pura aplicación de la tecnología y la innovación en el desarrollo de una Smart City es, en la actualidad, insuficiente puesto que ahora “un emprendedor es capaz de revolucionar el tráfico y la movilidad de nuestras ciudades. La mejora de la vida en la ciudad ya no depende de los ingenieros municipales, ahora se han incorporado unos nuevos agentes. Es aquí donde estamos trabajando de una manera más profunda para lograr que se incorporen a la revolución tecnológica de la ciudad no sólo los que trabajan para las ciudades sino todos los que habitan en ellas”. Por este motivo, el consistorio fomenta que los habitantes de Madrid desarrollen e ideen unos servicios mejores a traves de dos palancas : los datos abiertos a disposición de los ciudadanos para fomentar la actividad económica y la innovación, y el apoyo a los emprendedores.

Por su parte, más allá de la base puramente tecnológica, Smart City Barcelona es un proyecto de visión y de iniciativas dirigidas a transformar la ciudad para ser más eficiente y que respondan a dos objetivos políticos muy concretos: ciudadanos y negocio. Es decir, “cómo somos capaces de hacer una ciudad mejor y más habitable para nuestros ciudadanos, por lo tanto el ciudadano
está en el centro y en el foco de cualquiera de nuestras iniciativas y, en segundo lugar, cómo somos capaces de aprovechar las Smart Cities para generar crecimiento económico, atraer industria y generar negocio en nuestras ciudades”, explica Josep Ramon Ferrer, director de Estrategia TIC y Smart City Barcelona. Para abordar el proyecto de Smart City Barcelona, el Ayuntamiento ha puesto en marcha 22 programas que afectan a aspectos tan variados como las telecomunicaciones, la movilidad, el agua, la resiliencia, la educación… y es fundamental la involucración de todas las áreas de la ciudad así como el papel de la industria.

Otro ejemplo es Coruña Smart City, el proyecto de ciudad inteligente del Ayuntamiento de A Coruña que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y del entorno económico y empresarial desde la innovación tecnológica. El enfoque de ciudad inteligente que se plantea en A Coruña tiene como principal reto conseguir una visión integral de la ciudad, que sea la base de una gestión holística de la misma a partir de convertir los datos de la ciudad en información y servicios. Precisamente, este enfoque integrador es el gran valor diferencial del proyecto frente a otras iniciativas de ciudades inteligentes. Tal y como comenta el director de la oficina Técnica de Coruña Smart City, Óscar Sacristán, “la colaboración público-privada es fundamental porque sin ella esto que estamos iniciando no va a terminar. El papel de los ayuntamientos es arrancar, poner la infraestructura, poner los datos a disposición y luego dejar que terceros trabajen, que la parte privada se convierta en un socio y nos ayude a desarrollar modelos”.

La tecnología al servicio de la movilidad sostenible
Cuando se habla de la movilidad en las ciudades, las Administraciones locales deben hacer frente a problemas como los atascos de tráfico, la contaminación y el ruido o la logística de mercancías, entre otros aspectos. Con el objetivo de minimizar todos estos problemas el Ayuntamiento de Málaga ha apostado por la implantación de carriles bici, la priorización del transporte público y del taxi… y por supuesto se ha apoyado en el uso de las nuevas tecnologías. Además, en el binomio formado por tecnología y movilidad el Ayuntamiento de Málaga está trabajando para unificar los 14 centros de control que tiene en la actualidad en un centro de control único. “Además de diseñar una plataforma para integrar toda la información y que esté disponible para todos los centros de control y gestión, también hemos unificado los 14 centros de control en un mismo espacio y hemos creado el Centro de Control de la Ciudad porque si hay una rotura de una cañería de agua en la calle afecta a tráfico, a la gestión de los autobuses, a la Policía… ”, explica el concejal de Nuevas Tecnologías del Ayuntamiento de Málaga, Mario Cortés.

“Para fomentar el uso del transporte público, la movilidad no contaminante a través del vehículo eléctrico, intentar alejar el coche del centro y mejorar la seguridad urbana, Santander ha apostado por la innovación desde hace muchos años, con lo cual adaptar la innovación a la movilidad es un paso natural en el que teníamos que seguir trabajando”, explica María Tejerina, concejala de Movilidad del Ayuntamiento de Santander. Entre los principales ejes de actuación a través de los cuales se desarrolla la movilidad de la ciudad destacan las peatonalizaciones del centro urbano, el plan de red ciclista, las Zonas 30, el fomento del transporte colectivo, el plan de mejora de aparcamiento, el fomento de la movilidad eléctrica con la instalación de ocho puntos de recarga en la ciudad…

El papel de la energía en las Smart cities
El 79% de la población española vive en ciudades, el 75% de la energía se consume en unas urbes que, a su vez, emiten el 80% de CO2. Es estos momentos, a nivel europeo, el 40% de la energía se consume en edificios, un porcentaje que desciende diez puntos en España gracias a la climatología del país. Estos datos dibujan panorama que sitúan la energía como elemento crítico en del desarrollo urbano.

Ante esta situación, el director general de Energías Renovables de Endesa, Fernando Ferrando Vitales, asegura que “la gran mayoría de nuestros clientes viven en ciudades y nuestra apuesta energética tiene que ir cambiando, no solo a nivel de oferta de productos y servicios, sino para empezar a trabajar ahí donde se consume y empezar a cambiar el modelo hacia un modelo más basado en la demanda que en la oferta”. Por este motivo, Endesa basa el desarrollo sostenible urbano en el papel activo del ciudadano, que pasa a tener derechos y obligaciones, en la reducción de emisiones y en la eficiencia energética.

Por su parte, el vicepresidente de Green Building Council España, Antonio Lucio, destaca el importante papel de la rehabilitación de edificios a la hora de mejorar los consumos energéticos y generar tejido económico. En este sentido, Antonio Lucio se refiere a los informes del Grupo de Trabajo sobre Rehabilitación que establecen “un modelo de negocio en la rehabilitación no cambiando calderas ni ventanas sino en términos de que un millón de euros genere 18 puestos de trabajo, que una inversión de 240.000 millones de euros en 20 años supongan unos ahorros de 380.000 millones de euros”.

Y a estos retos, el presidente de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), Roberto Ruiz Robles, añade uno más: la lucha contra pobreza energética. Para esta asociación se llega a una situación de pobreza energética cuando las familias tienen que gastar más de un 10% de sus ingresos en la energía doméstica o bien son incapaces de mantener una temperatura adecuada en su hogar. De acuerdo con esta definición, la pobreza energética afecta a siete millones de españoles y es la causante de cerca de 7.200 muertes prematuras al año en España

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