Reportaje

acción social

Los profesionales de Accenture financian 25 proyectos sociales en una década

27/05/2014 Este 2014 se cumplen diez años desde que la Fundación Accenture puso en marcha, de forma voluntaria entre todos los profesionales del Grupo, el programa de redondeo de nómina. Desde entonces, esta iniciativa recaudado 1,6 millones de euros que han permitido financiar 25 proyectos sociales y beneficiar a más de 350.000 personas.

Después de que Accenture pusiera en marcha su servicio de consultoría probono para el Tecer Sector, la compañía de consultoría dio un paso más en el ámbito de la acción social. A través de la Fundación Accenture articuló un programa de redondeo de nómina con el objetivo de establecer cauces a la donación de sus profesionales. “Nunca quisimos que la donación del empleado fuese sola y por ello la Fundación Accenture acompaña al programa donando la misma cantidad recogida gracias a las aportaciones de los empleados”, explica Ana Millán, directora de la Fundación Accenture.

Este programa permite al empleado elegir la cantidad de dinero que dona mensualmente de su nómina, ya sean unos pocos céntimos o euros. Aunque en la actualidad, la donación media de los 4.000 profesionales de Accenture que están inscritos en este programa se sitúa en los 2,5 euros mensuales. “Los empleados eligen la modalidad de donación que quieren realizar y desde Fundación Accenture presentamos proyectos muy escogidos a los profesionales del grupo de acuerdo a sus preferencias. Presentamos proyectos de ONG transparentes, con credibilidad en el sector y nos comprometemos a hacer un reporting de los logros conseguidos. Además, para aquellos proyectos que tienen lugar fuera de España, cada año, dos personas que participan en el programa de redondeo viajan al terreno donde se ha realizado o se está realizando el proyecto. De esta manera aseguramos que nuestros profesionales conozcan de primera mano los resultados y el destino de sus aportaciones”, comenta Ana Millán.

“Empezamos financiando dos proyectos al año, pero como las cantidades que recogíamos eran tan elevadas, en la actualidad estamos financiando seis proyectos anuales”. Y es que el balance no puede ser mejor. En los diez años de funcionamiento del programa de redondeo de nómina se han recogido en torno a 800.000 euros de los empleados y otros 800.0000 donados por la Fundación Accenture. Un total de 1,6 millones de euros que han permitido financiar 25 proyectos y ayudar a más 350.000 personas tanto en España como fuera.

Precisamente, la buena acogida del programa ha provocado que Fundación Accenture haya introducido nuevas modalidades de aportación “ya no es necesario que sea un redondeo de nómina. Hemos dado opciones para que los profesionales puedan establecer una cantidad fija a donar y estamos trabajando para que pueda haber una donación del variable”, explica Ana Millán.

Proyectos financiados
Con el programa de redondeo de nómina “hemos financiado ocho cursos de formación de la Fundación Exit para contribuir a la inserción laboral y prácticas en empresas de jóvenes que han sufrido fracaso escolar. Con la Fundación Tomillo hemos financiado un programa de formación en el área medioambiental a jóvenes en riesgo de exclusión donde hemos conseguido que 15 jóvenes con trastornos mentales graves reciban un curso de monitor en medioambiente y así faciliten su incorporación al mercado laboral. Con Aldeas Infantiles hemos contribuido a que 30 jóvenes en riesgo de exclusión se formen en talleres de automoción que les habiliten para conseguir un empleo como ayudantes de mecánicos en talleres”, explica la directora de la Fundación Accenture.

Pero además de fomentar la formación y el empleo en España, los profesionales de Accenture también han contribuido con sus donaciones a financiar proyectos de ayuda humanitaria y nutrición infantil en países en vías de desarrollo. Un ejemplo de ello es el proyecto desarrollado junto a Unicef en Mauritania para mejorar el estado nutricional de más de 27.000 niños, o la iniciativa que junto a Ayuda en Acción han llevado a cabo en Liberia para ayudar a que más de 1.500 niños soldados excombatientes “vuelvan a ser niños”, superen el trauma de la guerra, reciban formación y aprendan un oficio.

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