OPINIÓN

Un sueño hecho realidad

Cristina González,

directora de la Fundación DKV Integralia

Cristina González

Ante la situación de crisis que vive la economía internacional, ¿puede un país prescindir de la contribución a la economía nacional del 10% de su población? La respuesta parece evidente: no. Sin embargo, la realidad contradice esta “obviedad”.

En España, se ha diagnosticado algún tipo de discapacidad a más de cuatro millones de personas y apenas el 28 por ciento de ellas cuenta con un empleo, según la Encuesta de Discapacidad, autonomía personal y situaciones dependencia de 2008.

En ocasiones son el desconocimiento y los prejuicios lo que provoca la falta de oportunidades que permitan a las personas con discapacidad demostrar su valía en el mundo laboral. Evidentemente, son trabajadores con características y necesidades determinadas, como pasa también con otros colectivos, pero con la colaboración de administraciones y de las empresas, el proceso de adaptación puede ser sencillo y las ganancias enormes.

Contribuir a la integración de personas con discapacidad es una obligación legal y una responsabilidad moral para las empresas. Una responsabilidad de la que las compañías que han trabajado han sacado un gran provecho. La confianza en las personas y sus posibilidades, independientemente de sus limitaciones, es siempre un activo en las organizaciones empresariales. En el momento en el que lo olvidamos, estamos perdiendo parte del potencial del capital humano.

Nuestro caso es especialmente significativo. Trabajamos en un sector, el asegurador, que se basa en la confianza porque nuestros productos son intangibles, son una promesa. Proyectos como la Fundación DKV Integralia, que fue creada hace una década por DKV Seguros, ayudan a materializar esa promesa, esa garantía de confianza que el sector necesita frente a nuestros públicos. Quien conoce la labor realizada por DKV Integralia aprecia un poco más nuestra empresa, algo que, aunque difícil de medir, también se refleja en los resultados.

Son innegables los beneficios de estos diez años: DKV Seguros es la compañía española con mayor cuota de personas con discapacidad en plantilla, el compromiso de la plantilla con el proyecto es total, el reconocimiento del tercer sector continuo…

Pero también tangibles, como el 90% alcanzado en los niveles de calidad del trabajo realizado por la Fundación DKV Integralia o el número de clientes que se incrementa día a día.

Sin embargo, la mejor recompensa, empresarial y personal, es formar parte de un sueño, de un proyecto que ha hecho posible que más de 240 personas se integren gracias a su esfuerzo y trabajo en nuestra sociedad. Hemos conseguido dignificar la vida de unas personas que, a causa de enfermedades o accidentes, habían visto paralizados sus estudios, trabajos y en ocasiones sus relaciones personales. Vemos como a través del trabajo que realizan en nuestros centros de atención telefónica, mejoran su salud física, refuerzan su autoestima y consiguen independencia de sus familiares.

Estos logros, todas las realidades que conforman esta gran familia, nos animan a seguir, a afrontar nuevos y ambiciosos retos que permitan a la Fundación y a DKV Seguros continuar trabajando por la integración, por la igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad. Quizás creando nuevos centros en todos los puntos de la geografía española; o con iniciativas pioneras como la del teletrabajo, puerta de acceso al mundo laboral para muchas personas discapacitadas con dificultades de movilidad o que viven en entornos rurales. Es posible también que en un futuro no muy lejano pongamos en marcha algún proyecto en Iberoamérica, donde las personas con discapacidad tienen muchas más dificultades que en nuestro país y casi ninguna oportunidad de empleo que les permita normalizar su vida.

No sabemos qué nos deparará el futuro, pero estamos seguros de que nos irá bien, con el apoyo de todos, porque estamos dispuestos a seguir trabajando con ilusión y a no escatimar esfuerzos para que este sueño no acabe.