OPINIÓN

La empresa, ese agente de cambio social

Ana Sainz,

directora general de Fundación SERES

Ana Sainz

Para nosotros, en Fundación SERES, el compromiso del tejido empresarial con la sociedad pasa por la construcción conjunta de una sociedad más sana y fuerte y empresas más competitivas que perduren en el tiempo. Exige un compromiso, que se ejecuta a través de actuaciones alineadas con la estrategia de la compañía, que generan valor para todos: sociedad y empresa. En la Fundación creemos firmemente que sólo así pueden consolidarse las bases de una empresa responsable, sostenible y rentable, que ya no anda sola.

Estas actuaciones contribuyen a la mejora del diálogo con los grupos de interés y a la generación de valor. Algunos factores como la correcta identificación de problemáticas sociales, gestión de demandas de los grupos de interés, avance conjunto atendiendo las inquietudes de los clientes y la integración de estos indicadores en la estrategia empresarial potencian el impacto y éxito de las iniciativas de la compañía.

Pero no vale con la teoría, con creernos que es importante, es fundamental pasar a la acción. La creación de valor compartido tiene que ver con la capacidad de las empresas de crear valor de manera sostenible. Es decir, cómo las empresas son capaces y pueden generar soluciones sostenibles a retos sociales mediante su modelo de negocio. Las compañías no pueden crecer ni ser competitivas en una sociedad, que se empobrece económica y socialmente. Y de la misma forma, una sociedad fuerte necesita un tejido empresarial potente. Ambas son mutuamente dependientes. Nuestra tarea es hacer crecer esta realidad, fortalecerla y permitirla avanzar. Para ello, tiene que formar parte de la vida cotidiana de una compañía y ofrecer los mecanismos, para crear clientes y sociedades satisfechas. Esto es una garantía de equilibrio y éxito y apoya la creación de valor responsable.

Existe una necesidad mutua entre sociedad y empresa, tenemos que tejer una red conjunta y estar integradas en la estrategia de las compañías. Cuando las actuaciones sociales forman parte de la estrategia de negocio de las empresas son un motor de cambio, una fuente de innovación social, una transformación necesaria, que genera impacto positivo. Lejos de ser considerada un gasto, debe percibirse como un elemento transformador, clave para la innovación y la apuesta por el largo plazo. Las empresas podemos hacerlo y ya tenemos muestras del impacto que generamos con
nuestras actuaciones sociales. Por ejemplo, los indicadores agregados que muestra II Estudio de Impacto Social de las Empresas, elaborado por Fundación SERES y Deloitte. En el informe han participado 68 empresas de SERES, que representan alrededor del 20% del PIB del país. En el año 2014 las empresas analizadas han invertido de 438 millones de euros en actividades sociales. Las actuaciones llegaron a 11,7 millones de beneficiarios directos. Y lograron movilizar un 15% de sus plantillas, un total de 110.000 empleados, siendo ya un 77% de las empresas promueven acciones de voluntariado corporativo. Las empresas participantes en el estudio realizaron en total más de 5.500 proyectos de actuación social y han mantenido más de 38.000 empleos para personas de colectivos desfavorecidos.

En Fundación SERES queremos responder al desafío de hoy en día, en un momento en el que es esencial afrontar retos, así como crear un entorno competitivo y saludable para todos. Por ello creemos en el papel de la empresa como actor de cambio y potenciamos el compromiso de las compañías en la mejora de la sociedad creando valor para todos.