OPINIÓN

Los datos al servicio del progreso y el desarrollo

Lars Björk,

CEO de Qlik

Lars Björk

Cuando se está al frente de una compañía internacional, uno tiene la posibilidad de ver cómo algunas organizaciones aprovechan el análisis de los datos para impulsar cambios en su negocio y en su entorno. No sólo apuestan por la tecnología de análisis en sí, sino que se apoyan en la unión del conocimiento de las personas, sus ideas y los propios datos para descubrir nuevas oportunidades de crecimiento y desarrollo.

En este contexto, me gustaría compartir historias que muestran el impacto que tienen estos tres factores –las personas, los datos y las ideas– en la transformación de la vida de los ciudadanos, su salud y el medio ambiente.

La distribución de ayuda humanitaria
El análisis de los datos está provocando grandes cambios en el mundo, sobre todo, gracias a una mayor agilidad en su uso. La organización Direct Relief actúa como distribuidor de ayuda humanitaria para comunidades afectadas por la pobreza o en situaciones de emergencia, movilizando y transportando material médico esencial. Cuando un gran proveedor médico dona recursos, desde Direct Relief no pueden predecir cuál será la cantidad recibida ni cuándo llegará, o ni siquiera cuándo y dónde serán necesarios, ya que la situación global cambia a diario.
A través de la tecnología de análisis visual, pueden conocer en tiempo real el estado de cada uno de los recursos en sus almacenes y las necesidades globales que hay en cada momento. Pueden ver los datos en sus pantallas con un simple vistazo y preparar las mercancías para enviarlas donde sea necesario. Es más, pueden comprobar las fechas de caducidad de los productos y compararlas con la duración de los envíos para asegurarse de que estos llegan en buenas condiciones. Además, esta información no es exclusiva de Direct Relief, sino que sus colaboradores también pueden acceder a ella para ver qué productos se necesitan y enviarlos a tiempo, reduciendo los retrasos y el número de productos que caducan y tienen que tirarse.

Mujeres africanas “microfinancian” su futuro
Otra muestra de las posibilidades que ofrecen los datos, se encuentra en colectivos de mujeres en África que participan en programas de inversión en sus aldeas. Ellas mismas invierten su propio dinero para generar nuevas oportunidades de negocio, desde la venta de tomates a coser todo tipo de prendas. La base de estos grupos está en la confianza entre sus miembros, ya que se ofrecen préstamos unos a otros para ganarse la vida. A través de su trabajo con la organización WeSeeHope, estos grupos aprovechan datos sencillos como dónde está la demanda, los fondos disponibles y los beneficios obtenidos, para garantizar la continuidad y sostenibilidad de la iniciativa.
Actualmente, existen cerca 300 grupos como estos, con aproximadamente 7.000 mujeres de Malawi, Uganda, Kenia, Zimbabue y Tanzania que utilizan las posibilidades que les ofrecen los datos para tomar mejores decisiones. De este modo, pueden saber qué se está vendiendo mejor y dónde, y descubren nuevas oportunidades de negocio como, por ejemplo, lugares en los que nadie vende pescado. En un inicio, el objetivo de estos grupos era ganar 3 dólares al día; ahora, combinando todos sus datos, consiguen entre 5 y 6 dólares al día, a menudo duplicando su objetivo.

Big Data para combatir la escasez de agua

Por último, un caso relevante está dentro de la Clinton Global Initiative, con un proyecto para combatir la escasez de agua en el mundo. La organización Circle of Blue, el Columbia Water Center, la Universidad de California Irvine y el Pacific Institute se han unido a Twitter y a Qlik para obtener mayor conocimiento sobre fuentes de agua subterránea y los flujos de agua en California, el oeste de América y, finalmente, el mundo. La combinación de los datos de organizaciones políticas, empresas y la ciudadanía permite visualizar y analizar información técnica y científica de forma sencilla. De hecho, las plataformas de análisis visual permiten involucrar más a los ciudadanos para que sugieran soluciones a problemas que les afectan de cerca y que, quizás, los especialistas no habían tenido en cuenta.
Estas tres historias son ejemplos que demuestran las posibilidades de la unión entre personas, datos e ideas para detectar nuevas oportunidades. Todas ellas empezaron como ideas, que las personas, a través de los datos, han convertido en soluciones con impacto. Algunas pueden ser más ambiciosas, otras han empezado de forma tímida y han ido creciendo. Al final, todas han tenido éxito porque han sido capaces de ver la historia completa detrás de sus datos.